Alejandro Werner, director del departamento del hemisferio occidental en el Fondo Monetario Internacional (FMI), aseguró que para que los países puedan sortear la crisis económica global, el gasto público deberá estar aún más enfocado a educación y salud para apoyar a los sectores de la población con menores ingresos; además, los gobiernos deberán gastar en un marco de sostenibilidad fiscal de mediano plazo, pues en los próximos dos años podrían generarse procesos más profundos de reestructuración de deuda.
“En la medida de lo posible creemos que esta es una ocasión para que los gobiernos gasten. ¿En qué? Primero, en apoyar a su sector salud. Es difícil encontrar el país que en sus políticas del sector salud haya, de manera preventiva, invertido para hacerle frente a una pandemia. Entonces, hoy rápidamente tenemos que compensar esas fallas, invertir en capacidad para hacer pruebas; en capacidad de terapia intensiva y respiradores, y también en esto que le dicen el rastreo de los enfermos y los contagiados”, afirmó.
En el podcast Norte económico elaborado por Gabriel Casillas y Alejandro Padilla, quienes están al frente del área de Análisis Económico de Banorte, Wener explicó que, dado que la política de salud pública implica que la fuerza laboral se quede en su casa para limitar el contacto con otras personas, muchas de estas familias van a perder su ingreso laboral, por lo que es deseable que el gobierno compense parcialmente la falta de estos ingresos.
“Sobre todo para aquellas familias más pobres y las más afectadas por la pandemia. Y lo mismo por el lado empresarial: en la medida que hay ciertas empresas y establecimientos comerciales que son viables, pero que no pueden sobrevivir cuatro o cinco meses de pandemia porque la caída de sus ingresos es brutal, el tener ciertos apoyos que les permitan cruzar hasta el otro lado del río y luego seguir con su actividad normal es bueno, para que la economía esté en una mejor posición a la hora que logremos contener el virus y eventualmente encontrar una vacuna”, dijo.
Agregó que, en el caso de Latinoamérica, distintas naciones ya están optando por aumentar el gasto público como es el caso de Brasil y Perú quienes lo elevaron entre 4 y 6 por ciento del PIB; mientras que Chile y Colombia, entre 2 y 4 por ciento. Indicó que México se percibe como el país que gasta menos en estas políticas de apoyo, pero saldrá de la crisis con menos deuda que sus pares de la región.
Recordó que hace unos días el FMI acualizó a la baja las proyecciones para la economía, con una contracción mundial de 5 por ciento este año y una recuperación de 5.4 el año entrante, mientras que para América Latina anticipa la peor contracción en la historia económica desde que se tienen datos, una contracción de 9.4 por ciento, y esto implica contracciones de entre 9 y 10 por ciento para Argentina, Brasil y México.
El directivo del FMI apuntó que otra de las claves para la recuperación de las economías después de la crisis será la inversión privada, pues el sector público tendrá niveles de deuda elevados y difícilmente podrá ser un motor de crecimiento. En este sentido, destacó que en América Latina se están dando muchos cambios en las políticas regulatorias para darle certidumbre al capital privado.
Así mismo se requiere un marco macroeconómico que sea creíble y sostenible en el mediano plazo. Asimismo, es necesario fortalecer el estado de derecho y el sistema judicial en los países de la región.
“Vamos a tener otra década perdida como la de los ochentas, en donde las condiciones de vida en la mayoría de los países de América Latina y en México va a estar estancada o va a declinar. En ese sentido, el reto para establecer un proceso de crecimiento más acelerado, donde haya una profundización de la inversión desde la creación de empleos, junto con una mejor red de protección social, va a ser muy importante que se enfrente de manera efectiva”, dijo Werner.
MRA