El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que la guerra en Ucrania, el aumento de la inflación, las condiciones financieras más restrictivas, la desaceleración económica de los principales socios comerciales, y el descontento social pueden empeorar las perspectivas de crecimiento en América Latina y el Caribe.
En un documento, el FMI refirió que la guerra en Ucrania está convulsionando a la economía mundial y elevando la incertidumbre. El impacto se siente en América Latina a través del aumento de la inflación, que está afectando los ingresos reales, en especial de los más vulnerables.
Así, abundó, la pobreza y la desigualdad siguen siendo preocupaciones importantes y dado el impacto desigual del aumento de la inflación sobre la población, los grupos más vulnerables en la región son los más golpeados por la subida de precios de los alimentos básicos y la energía, al tiempo que siguen luchando para recuperarse del impacto económico de la pandemia.
Además, agregó el organismo, el actual endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos, con una orientación más restrictiva por parte de la Reserva Federal, podría, con el tiempo, incidir en las condiciones financieras internacionales y el aumento de los costos de financiamiento a escala mundial e interna puede acelerar la salida de capitales y plantear un reto para la región, dadas las grandes necesidades de financiamiento público y externo en algunos países, y los limitados recursos para financiar inversiones en la región.
A esto se suma que una desaceleración más acentuada del crecimiento en China, debido a la pandemia o a otras razones, también podría tener un impacto en los precios de exportaciones clave y en el comercio de la región.
Acciones
Ante este escenario, el FMI propuso que para garantizar la cohesión social y reducir el riesgo de tensión social, los gobiernos deberían proporcionar apoyo focalizado y temporal a los hogares vulnerables y de bajo ingreso, y dejar que los precios internos se ajusten en función de los precios internacionales.
Explicó que esto ayudaría a los grupos vulnerables y contendría los costos fiscales, además de incentivar la producción y moderar el consumo. En los países con redes de protección social desarrolladas, podría ampliarse su acceso para incluir de forma temporal a grupos más amplios de la población.
El organismo añadió que donde no existen redes de protección desarrolladas, los gobiernos podrían poner en marcha mecanismos temporales para suavizar el traslado de la subida de los precios internacionales a los precios internos.
MRA