La International Chamber of Commerce México (ICC México) aseguró que el financiamiento del comercio exterior mediante la transformación digital y el aprovechamiento del T-MEC generarán mayores oportunidades de crecimiento y desarrollo para el país.
Indicó que México se encuentra frente a la gran oportunidad de tomar ventaja del T-MEC por la recuperación económica de Estados Unidos tras la pandemia de covid-19, siempre que la banca comercial y de desarrollo, el gobierno y las pequeñas y medianas empresas logren superar los retos en materia de transformación digital.
“En ICC México y la Comisión de Banca, estamos convencidos de que a través de la digitalización y del uso de tecnologías innovadoras, podemos lograr un más eficiente y competitivo acceso al financiamiento del comercio exterior y doméstico, que permita incrementar la participación de las empresas mexicanas a través de la exportación directa y la participación en cadenas globales de valor”, afirmó el presidente de la Comisión de Banca de ICC México, Gerardo Gutiérrez-Olvera.
En un comunicado, el presidente de ICC México, Claus von Wobeser refirió que es fundamental lograr tener un flujo de información preponderantemente y digitalizada, que permita dejar atrás la brecha estimada en mil 500 billones de dólares en el financiamiento al comercio exterior, y reducir el costo del capital.
El director editorial de Trade Finance Global (TFG), Deepesh Patel, dijo que el covid-19 ha revelado la extrema fragilidad de las cadenas de suministro globales, por lo que los desafíos del riesgo de concentración de proveedores y la opacidad y complejidad de las cadenas de suministro son más marcadas.
“El respaldado por una buena política comercial y el despliegue efectivo de capital en esta clase de activos, ayudará a sacar a las naciones de la pobreza y respaldará a las micro, pequeñas y medianas empresas, en particular a las empresas propiedad de mujeres, y a las empresas emergentes y mercados en desarrollo”, señaló.
Los expertos Emmanuelle Ganne, Inwha Huh, Isabel Méndez y Luis Fernando Mendoza coincidieron en que los principales desafíos son los requisitos regulatorios, la adecuación de un marco legal de cada país y el reconocimiento de firmas electrónicas, entre otros.
MRA