A finales de la década pasada la idea de solicitar un préstamo a través de un celular parecía descabellada; sin embargo, la tecnología de las comunicaciones, internet, la telefonía y la biometría han traído cambios importantes en la forma de hacer negocios, mismos que el sector financiero en toda América Latina ha sabido utilizar, al grado de que 38 por ciento de las operaciones bancarias son digitales.
No obstante, para la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), pese al vertiginoso avance digital, el principal reto es que más población aprenda el correcto uso de la tecnología para aplicarlo en sus finanzas personales, para que después descubra el ahorro de tiempo y costos.
Según del IV Informe de Inclusión Financiera 2018, elaborado por el organismo, los servicios financieros son una pieza que engrana en el desarrollo económico de un país y la adopción de operaciones móviles es resultado de una mayor penetración de telefonía móvil y de acceso a internet.
“Es aquí donde la tecnología tiene un gran potencial para cerrar las brechas en materia de inclusión financiera… al estar apalancado en un mayor acceso y uso de internet y de dispositivos móviles —no necesariamente de última tecnología—, genera un potencial enorme de inclusión financiera”, destaca.
Tal como se mencionó en el Reporte de Inclusión Financiera de Felaban 2017, este cambio requiere de internet, alfabetización digital, acceso a celulares inteligentes y reglas del juego sobre las acciones de los operadores.
Durante los últimos cuatro años la región de mayor avance en materia de inclusión financiera es Asia del Sur acorde con el comportamiento de la economía, la penetración de telefonía celular, el ecosistema digital y la creación de canales múltiples para facilitar el acceso a los servicios financieros, donde países como India, Pakistán, Bangladés y Afganistán registran el mayor nivel, menciona el documento.
En ese sentido, en América Latina 79 por ciento de los adultos tienen un teléfono celular y 55 por ciento de ellos tiene acceso a internet; el promedio de otras regiones emergentes del mundo es de 40 por ciento.
“Este número es menor que el 71 por ciento de los países con alto ingreso”, señala el estudio.
El informe refiere que los bancos que actúen para enfrentar la inclusión financiera estarán en una posición muy competitiva para liderar el mercado, no obstante, asegura que combatir la exclusión financiera no es tarea exclusiva del sector privado.
“La política pública tiene un papel preponderante al considerar el tema de la inclusión financiera como una parte integral del desarrollo económico, una puerta para modernizar la economía y una manera de enganchar a más porciones de la población a la formalidad”, dice.
Según GPFI (Global Partnership for Financial Inclusion), la inclusión financiera digital puede definirse como el acceso digital a servicios financieros formales y el uso de tales por parte de poblaciones excluidas del sistema financiero y subatendidas por las instituciones del sector.
“Esos servicios deberían estar adaptados a las necesidades de los clientes y prestarse de modo responsable al costo que sea, pero al mismo tiempo asequible para los clientes y sostenible para los prestadores”, señala.
Además, la aparición de nuevos actores en la escena financiera tal y como lo han hecho las llamadas fintech han mostrado nuevos caminos para el suministro de servicios, por lo que mientras unos ven en estas compañías una competencia directa de la banca, otros ven aliadas.
79%
Son los adultos en América Latina
que cuentan con un teléfono celular; 55% de ellos tiene acceso a internet.
71%
Es el porcentaje de persona con teléfono celular conectado a internet en los países más desarrollados del mundo.