En los últimos 18 meses, periodo en el que se expandió la pandemia del covid-19 en México y en todo el mundo, 60 por ciento de las empresas en el país sufrió por lo menos un ciberataque, como robo de identidad o programas de secuestro informático.
Con lo anterior, 88 por ciento de las empresas mexicanas han aumentado los requisitos de seguridad a sus proveedores y/o socios en los últimos 18 meses, según detalla un estudio de la empresa de ciberseguridad Citrix.
El nuevo entorno obligó a las compañías nacionales a adoptar un esquema híbrido de trabajo o remoto al cien por ciento; por el contrario, son pocas las que volverán a un modelo de oficina.
Esto impulsa una redefinición de la estrategia de ciberseguridad. Según este estudio, 94 por ciento de las empresas mexicanas está de acuerdo en que el trabajo a distancia ha cambiado el enfoque de su organización respecto a la seguridad de los datos.
Los equipos de TI (tecnología de la información) ya no confían en las estrategias tradicionales basadas en VPN (Virtual Private Network, o red privada virtual) y firewalls para proporcionar acceso a la información. En su lugar, han cambiado a un modelo de “Zero Trust”, que utiliza el conocimiento contextual para conceder acceso de forma adaptativa en función de los comportamientos y patrones de los usuarios.
El 40 por ciento afirma que la experiencia de los empleados es una prioridad máxima en la estrategia de seguridad de su organización y 96 por ciento cree que las soluciones de seguridad actuales de su empresa tienen un impacto positivo en la experiencia de los empleados.
En este punto, los equipos de seguridad adoptarán un enfoque de seguridad inteligente y centrado en las personas que proteja a los empleados sin obstaculizar su experiencia, protegiendo todas las herramientas, aplicaciones, contenidos y dispositivos que prefieren utilizar.
Todo ello, para poder personalizar la experiencia de trabajo y adaptarse a las preferencias personales y a la evolución de los estilos de trabajo.
MRA