Puebla experimenta un fenómeno generacional en materia de demanda de vivienda, toda vez que la población adulta mayor busca hacerse de un patrimonio; mientras que la generación millennial, que se encuentra entre los 25 a 39 años considera comprar casa en algún momento de su vida, pero se enfrenta a diversos factores que limitan esta decisión.
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De acuerdo con Alejandro Muñoz Muratalla, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) sección ciudad de Puebla, diferentes razones influyen en la decisión de los jóvenes para la compra o no de una vivienda, desde falta de interés, costo o proyectos de vida personales.
En entrevista para MILENIO Puebla, destacó que la zona metropolitana ofrece una amplia oferta de propiedades en municipios como San Andrés Cholula, San Pedro Cholula, Cuautlancingo y otros más; sin embargo, uno de los principales retos del sector inmobiliario es el acceso de los jóvenes a la vivienda, toda vez que este grupo poblacional está más inclinado a la renta que a la compra de una casa.
Comentó que estos grupos poblacionales son clave en el mercado inmobiliario, ya que el 73 por ciento de la población millennial, es decir, no tiene casa propia, pero sí planea comprarla antes de los 40 años, en cambio, 64 por ciento de la generación X, aquella que está entre los 42 a 57 años o más, ya cuenta con un patrimonio.
El dato resulta relevante al considerar que los millennials representan una parte importante de la fuerza de trabajo en el estado. De 2.9 millones de poblanos que cuentan con empleo, 34.8 por ciento son jóvenes entre los 25 a 39 años, según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOE) que publica el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Si bien la adquisición de una vivienda representa ciertos beneficios como el asegurar un patrimonio, el interés de compra cambia entre las generaciones más jóvenes.
“Es interesante ver cómo piensan las nuevas generaciones respecto a las preferencias de vivienda porque sí cambia mucho la visión entre las generaciones para el sector inmobiliario. Hay que entender que cada generación se caracteriza por tener un modo de ver y entender su entorno de manera diferente. Otro dato que tenemos es que, 18 por ciento de los que ya llegaron a la tercera edad no tienen vivienda propia y, de los que se conocen como centennials, que acaban de cumplir la mayoría de edad que son de 18 a 24 años, no tienen pensado comprar casa. Ellos se consideran lo que llamamos nómadas digitales y no piensan o no está en sus planes comprar una casa, sino más bien rentarla”.
El costo y espacio se encuentran entre los principales factores que las personas toman en cuenta a la hora de comprar una vivienda, reconoció el representante del sector inmobiliario; mientras que la generación millennial busca productos hipotecarios como el Infonavit o Fovissste para acceder a una vivienda, los más jóvenes optan por un crédito directo en el banco.
“Los factores más importantes que consideran estas nuevas generaciones es la ubicación, el precio y la ciudad. Tienen ciertas estrategias para la adquisición de vivienda que varían de generación en generación. El 43 por ciento de los centennials planean hacerse de recursos para rentar su casa o, los pocos que la piensan comprar, es a través de un negocio propio; mientras que los millennials sí piensan en un crédito. El 29 por ciento piensa sacar un crédito junto con su pareja, el 27 por ciento a través de un fondo de vivienda como es el Infonavit o Fovissste y el 22 por ciento ya cuenta con un ahorro”, comentó el empresario con base en una encuesta del sitio especializado Inmuebles24.
Si bien el mercado inmobiliario comienza a registrar una recuperación importante tras los estragos por la crisis de la pandemia de covid-19, el líder de la AMPI capítulo Puebla reconoció que factores como la inflación y las tasas de interés se presentan entre los principales obstáculos para este sector.
“Desgraciadamente, sí hay factores que nos están pegando mucho este año y que están siendo obstáculos como el hecho que exista un incremento mayor en los precios debido a la inflación tan alta que hay. Otro obstáculo es que el Banco de México está subiendo las tasas de interés y, eso da pie a que las tasas hipotecarias, también sean más altas y complicadas para los usuarios finales. Generalmente, se está viendo reflejada un alza de precios y, con eso, una pérdida constante del poder adquisitivo que repercute en la compra de vivienda”, señaló.
Aumenta demanda de vivienda usada
Respecto a la demanda de propiedades nuevas o usadas, el presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) sección ciudad de Puebla, Alejandro Muñoz Muratalla, señaló que la compra de vivienda de segunda mano creció 20 por ciento en el último año. Lo anterior debido a que los hogares nuevos se encarecieron a niveles de 9.0 por ciento; mientras que la vivienda usada reflejó un alza de 7.1 por ciento.
“Es por eso que se está reflejando un incremento en las ventas de casas de segunda mano. Y no sólo porque es una mayor oportunidad de comprar un inmueble a un menor precio, sino, también nos hemos fijado que las casas usadas tienen un mayor espacio, ya que las nuevas casas suelen ser más pequeñas. Está ganando terreno la venta de casas usadas debido a que la inflación pega menos ahí. Es una tendencia de que la gente está viendo que las casas usadas tienen menos inflación y son más espaciosas de manera general”.
El representante inmobiliario comentó que la flexibilización de esquemas de crédito ha impulsado el acceso de vivienda entre las nuevas generaciones.
“Hay factores que han ayudado mucho como la flexibilización que han tenido las instituciones de fondo de vivienda de unir créditos. Eso ha ayudado mucho para la colocación de vivienda y compra de casas tanto de usadas como nuevas para esta generación millennial. Esta flexibilización le ha ayudado muy bien al mercado y ha sido un gran impulso para estas nuevas generaciones, es una gran ventaja”, apuntó.
Carencia social
En Puebla, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 685 mil habitantes, es decir, 10.4 por ciento de la población, carece de calidad y espacios de vivienda digna, uno de los indicadores de carencia social. El Coneval, en su análisis de los resultados del Instituto Nacional y Estadística (Inegi) de 2020, resalta la importancia del entorno físico donde viven las personas. Ante ello, se consideran los techos, los muros y los pisos, cuyo material debe ser de materiales que protejan a los habitantes de la vivienda del clima y que no dañen su salud.
Para contar con una vivienda de calidad, se considera que los espacios deben dar privacidad a los residentes, evitando el hacinamiento. Por lo anterior, una persona presenta la carencia por calidad y espacios de la vivienda si reside en una vivienda con al menos una de las siguientes características: el material de los pisos de la vivienda es de tierra, el material del techo de la vivienda es de lámina de cartón o desechos, el material de los muros de la vivienda es de embarro o bajareque; de carrizo, bambú o palma; de lámina de cartón, metálica o asbesto; o material de desecho; y que la razón de personas por cuarto es mayor que 2.5, con lo cual, se presenta hacinamiento.
Dentro del estado de Puebla, cuatro por ciento de la población habita una vivienda con carencia por material de pisos; mientras que menos de uno por ciento se encuentra en una vivienda con carencia por los materiales de los muros; y dos por ciento habita en viviendas con carencia por los materiales de los techos.
Dentro del territorio poblano, poco más de 10 por ciento de la población en el estado de Puebla se encuentra en un hogar que es catalogado como en hacinamiento, es decir, hay una población mayor a 2.5 personas por cuarto.
Crece interés por adquirir vivienda
De acuerdo con el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), el interés por adquirir una vivienda continúa aumentando; al igual que la expectativa para obtener un crédito hipotecario, ya sea para comprar una casa o un terreno.
Conforme a los resultados de Encuesta de Necesidades de Crédito y Vivienda realizada por el Instituto, correspondiente al primer trimestre de 2023, el Índice de Intención de Adquisición de Vivienda (IIAV) en el país se ubicó en 62.2 puntos, 8.4 puntos más respecto al último trimestre de 2022.
A su vez, el Índice Expectativas de Adquisición de Crédito Hipotecario para vivienda subió a 47.6 puntos; mientras que el de terreno aumentó a 37.5 puntos.
Respecto al tipo de crédito y las condiciones a las que les gustaría acceder, un 68 por ciento de los derechohabientes consideró de interés el crédito para construcción en terreno propio; en tanto que el financiamiento para adquisición de vivienda se ubicó en segundo lugar, con 67 por ciento; seguido del crédito para mejoramiento con 58 por ciento.
La misma encuesta reveló que los derechohabientes prefieren unir su crédito con otra persona, con 37 por ciento para el caso de financiamientos conyugales, que solicitar un cofinanciamiento con la banca comercial con 29 por ciento.
CHM