A pesar de la pérdida de empleos y la caída de la economía por la crisis del coronavirus, los millonarios de Oriente Medio han aumentado su riqueza en 10 mil millones de dólares desde que inició la pandemia, que ha profundizado la brecha entre ricos y pobres, advirtió Oxfam.
Esta suma equivale a “más del doble de los fondos de emergencia regionales proporcionados por el Fondo Monetario Internacional para responder a la pandemia y casi cinco veces el llamamiento humanitario de las Naciones Unidas por el covid-19 para la región”, indicó la ONG de lucha contra la pobreza.
Oxfam alertó al presentar el informe Por una década de esperanza, no de austeridad en Oriente Medio y el norte de África que el coronavirus “ha profundizado aún más la brecha entre ricos y pobres” en una región que, recordó, ya era una de las más desiguales del mundo antes de la pandemia.
Esos 10 mil millones de dólares de ganancias para los más ricos de la zona, dijo, se concentró en los 21 millonarios de la zona, que, además, son todos hombres.
En el otro extremo de la balanza social, señaló en el informe, “45 millones más de personas en la región podrían verse empujadas a la pobreza como resultado de la pandemia”. En Oriente Medio y el norte de África, señaló Oxfam, “el 11% de la población más enriquecida acapara el 74% de los ingresos de la región”.
El asesor de políticas de Oxfam en la región, Nabil Abdo, criticó que “durante demasiado tiempo se ha priorizado el beneficio a expensas del bien público y la seguridad” en la zona.
“El resultado de esto no podría ser más evidente tras la catastrófica explosión en Beirut (del pasado 4 de agosto), que ha puesto de manifiesto aún más la fragilidad de la economía y solo exacerbará las desigualdades existentes”, sostuvo.
Oxfam Intermón avisó de que a causa de la pandemia se prevé que disminuya un 45 por ciento la inversión extranjera, que 1.7 millones de personas pierdan su empleo y que 89 por ciento de los 16 de trabajadores informales de la región se vean gravemente afectados por las medidas tomadas para combatirla.
La organización no gubernamental instó a los gobiernos de la zona a “recaudar ingresos para proteger a los más vulnerables”.
Puso como ejemplo que si en el Líbano el año pasado se hubiera introducido un impuesto solidario sobre el patrimonio de solo 5 por ciento, se habrían generado unos ingresos de 3 mil 700 millones de dólares para ayudar a reconstruir la infraestructura de agua y electricidad, y proporcionar servicios a los afectados por la explosión.
GGA