Políticas públicas dirigidas a conservación de recursos mejorarían la sostenibilidad

Es necesario una agenda de políticas de alternativas energéticas, forestales y de consumo, dijo José Luis Samaniego, director de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de la Cepal.

Es necesario el cambio social y económico para hacer frente a la crisis actual. (Especial)
Karen Guzmán
Ciudad de México /

José Luis Samaniego, director de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), aseguró que es necesario el cambio social y económico para hacer frente a la crisis actual, esto a partir de políticas públicas dirigidas a la conservación del medio ambiente y al apoyo en el consumo de artículos o bienes de productores de distintas regiones del país.

El directivo del organismo multilateral para el diseño de políticas públicas mencionó que es necesario poner en la mesa del actual gobierno una agenda de políticas de alternativas energéticas, forestales y de consumo, poniendo en el centro de la acción que las decisiones que son favorables para temas climáticos también lo son para la economía y la sociedad.

“Hay un déficit de acción ambiental, de acción de desarrollo entendida de un nuevo modo en la tendríamos que ser un poco más activos y estar educando hoy a las constelaciones políticas que operan hoy y que van a estar operando en el futuro, y no solamente en el ámbito académico”, explicó.

Durante la primera edición del seminario Transformaciones para la Sostenibilidad, Samaniego puso como ejemplo en la Ciudad de México, en donde es necesario legislar para el uso de vehículos ecológicos y construcción sustentable, como ha sucedido en otros países de América Latina, utilizando los recursos de productores rurales nacionales, toda vez que una ciudad como lo es la capital compra muchos recursos para centros educativos, hospitalarios, industrias, talleres y prisiones, por lo que, lo que decida comprar tendría un impacto económico en general.

“Ahí tienes una enorme oportunidad para apoyar a mucha gente para consumir en las oficinas de la Ciudad de México miel cristalizada, ahí le estarías abriendo un mercado a los productores yucatecos, empaquetado de modo que el consumidor supiera lo que está probando, y lo mismo pasa con las maderas y el papel para no excluir a los productores”.

Leticia Merino, Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, abundó que esto se ve reflejando en la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (TLCAN) en la década de los 90, cuando se abrió el mercado mexicano a las importaciones de maíz y hubo una quiebra de los productores mexicanos campesinos.

“Hay otros temas como el del aguacate, que es el producto de exportación mexicano por excelencia y que repunta con el tratado comercial y ahora con las berries, hay grandes tendencias de la agricultura empresarial para la exportación y la agricultura campesina que es necesario poner en la legislatura actual, porque la agricultura empresarial genera empleos precarios para los campesinos que se contratan como jornaleros”, mencionó.

srgs​

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