En la actualidad el sector obrero que trabaja para industrias de la frontera de México percibe “salarios de hambre” que han perdido en más de 70 por ciento su poder adquisitivo a lo largo de los últimos 40 años, así lo informó el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Reynosa, Federico Alanís Peña.
A nivel nacional los representantes industriales buscan promover una nueva reforma laboral basada en retribuir la productividad, así como la reducción de impuestos a trabajadores y empresarios que permita a los propietarios contar con recurso suficiente para ofrecer un mejor sueldo a los obreros.
La base fundamental para aterrizar esta iniciativa es eliminar el salario mínimo y establecer un sueldo de referencia fijo.
El funcionario aprobó el compromiso hecho por el virtual presidente electo López Obrador sobre la reinstalación de la zona libre que implica reducir al 8 % el Impuesto al Valor Agregado (IVA) para la frontera y al 20% el Impuesto Sobre la Renta (ISR), ya que dijo, reducir la carga fiscal para los empresarios les permitiría aumentar el ingreso y competitividad internacional.
Aseguró que la reforma traería como beneficio adicional una restructuración al tejido social, al evitar que ambos padres de familia salgan a trabajar debido a la falta de ingresos y por ende el descuido educativo hacia los hijos.