El Foro Económico Mundial (WEF, por sus sigla en inglés) advirtió que tres de cada cuatro adultos creen que la economía de su país tardará al menos dos años más en recuperarse de la pandemia del covid-19 y esperan que las empresas y los gobiernos compartan esta responsabilidad.
De acuerdo con la última encuesta de mercado del WEF, realizada entre casi 22 mil personas en 29 países, sólo 7 por ciento cree que la economía de su país ya se ha recuperado; esta opinión es la más extendida en China y en Arabia Saudita, mientras que 19 por ciento cree que su economía se habrá recuperado en un año, un sentimiento más prevalente en Arabia Saudita, Estados Unidos y Corea del Sur.
En tanto, 35 por ciento dice que la economía de su país tardará dos o tres años en recuperarse; Japón, Chile, Italia, Malasia y los Países Bajos son los más propensos a pensar que sí. 39 por ciento cree que su economía tardará más de tres años en recuperarse de la pandemia, con Rusia, Sudáfrica, Argentina y Rumania más propensos a sostener esta opinión.
La directora general del WEF, Sarita Nayyar, refirió que el mundo se encuentra en un punto de inflexión global en el que los líderes deben cooperar, innovar y asegurar una recuperación sólida. Las corporaciones tienen la responsabilidad de trabajar con los gobiernos y la sociedad civil para abordar los grandes desafíos globales mientras protegen la salud pública y el crecimiento.
Aseguró que las métricas de informes ambientales, sociales y de gobernanza (ASG), las inversiones en finanzas verdes y la construcción de lugares de trabajo más inclusivos son los primeros pasos que se deben tener.
El jefe de Sociedad Civil y Justicia Social del WEF, David Sangokoya, apuntó que además de fomentar la cohesión social, defender los derechos humanos y brindar asistencia a la comunidad, la sociedad civil desempeña un papel crucial en la promoción de una recuperación sostenible y equitativa y en la creación de un entorno propicio en colaboración con empresas y gobiernos.
Abundó en que mientras el mundo enfrenta una crisis crítica, con cambio climático y desigualdades sistémicas, la inclusión de la sociedad civil en los esfuerzos mundiales es necesaria para garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y el impacto de las comunidades.
srgs