Tasas de interés e inflación

La Coordinadora de la Licenciatura en Economía, Universidad Anáhuac Puebla, Judith Cristina Santiago Tirado explica el aumento de las tasas de interés y su relación con la inflación.

Judith Cristina Santiago Tirado | Especial
Puebla /

En las últimas semanas hemos escuchado mucho acerca del incremento de las tasas de interés de parte de la Reserva Federal, Banco Central de los Estados Unidos de Norteamérica, acción seguida por el Banco de México como política de contención para detener el incremento galopante en los precios. ¿Te has preguntado por qué?

Empecemos por definir algunos términos. La inflación es el incremento generalizado en el nivel medio de precios de bienes de consumo. La inflación puede aumentar por un incremento en la demanda de bienes y servicios en general, de parte de todos los agentes económicos: familias consumiendo, empresas invirtiendo, el gasto del gobierno y entradas netas de dinero producto del comercio exterior. Esta se conoce como inflación de demanda, la cual generalmente está acompañada de crecimiento del PIB, suele decirse que el costo del crecimiento es la inflación.

Hay un segundo tipo de inflación ocasionada por un shock o disminución de oferta, causada, por ejemplo, por un incremento en el costo de las materias primas o escasez de éstas. Se conoce como inflación por empuje de costos y va acompañada de reducciones en el PIB. Es el peor de los escenarios, estancamiento con inflación, conocida como estanflación.

Esta segunda es la inflación que estamos viviendo, impulsada por los paros en la producción de bienes y servicios a causa de la COVID 19, especialmente en China con su política de cero COVID. China es hoy por hoy el gran abastecedor de una serie de suministros de la industria manufacturera mundial. No contar con estos suministros implica parar las líneas de producción mundial de diversas manufacturas, especialmente aquellas que utilizan semiconductores y otras piezas procedentes de ese país. Una de las industrias más afectada es la automotriz, lo que ha generado más impacto en nuestro país.

El cambio climático caracterizado por prolongadas sequías, incendios y eventos meteorológicos extremos que vienen azotando al mundo desde ya hace algunos años, también ha afectado a la producción mundial de alimentos y a la disponibilidad de agua en muchas partes del mundo. Adicionalmente, la invasión de Rusia a Ucrania ha tenido un enorme impacto en la producción de alimentos, ya que entre ambos países producen un tercio del trigo cosechado a nivel mundial; Rusia es por mucho el mayor productor de fertilizantes; Ucrania es el mayor productor de aceite de girasol; solo por mencionar los productos más emblemáticos. Resultado: escasez y desabasto de alimentos.

Rusia es uno de los mayores productores de petróleo y gas en el mundo, y principal proveedor de éstos en Europa, así que aquí otro duro golpe a los precios de los combustibles, que prácticamente mueven todo el transporte mundial de personas y mercancías. Por si fuera poco, se espera un frío invierno en la zona acompañado de escasez de gas. Rusia ha estado “cerrando la llave” a los ductos de gas que abastecen al continente.

En mayor o menor medida, estos factores han representado un duro golpe para la inflación mundial. Con cifras a agosto de 2022, Turquía alcanza una inflación anual de 80.2%, Argentina 71%, Rusia 14.3%, zona euro 9.1%, México 8.7% y Estados Unidos 8.5%.

La inflación no se puede dejar sin atender: es corrosiva para la economía, disminuye el poder adquisitivo y capacidad de compra con mayor fuerza en los más pobres; distorsiona el sistema de precios de la economía, dificulta la planeación de mediano y largo plazo para las empresas y los gobiernos; incrementa el costo de la deuda de empresas y gobiernos presionando las finanzas públicas y reduciendo su capacidad de gasto.

Aquí es donde llegamos a las tasas de interés. La tasa de interés es el costo del dinero, si eres usuario de crédito, o el premio al ahorro, si eres ahorrador. A fin de cuentas, el dinero de los ahorradores será canalizado al otorgamiento de créditos por los intermediarios financieros.

El crédito financia la inversión productiva a través de la adquisición de maquinaria y equipo, construcción, adquisición de vivienda, compra de autos, entre otros. Así que, para tratar de contener el avance de los precios, los bancos centrales buscarán incrementar la tasa de interés de referencia, elevando el costo del crédito y con esto desincentivar a las empresas a tomar créditos para invertir. Las familias dejan de utilizar crédito para adquirir vivienda o automóviles, la deuda pública se encarece y puede significar un freno al gasto público.

Todo esto significa una caída de la Demanda Agregada, un freno inducido al crecimiento económico que puede contener parcialmente el avance de los precios. Por supuesto, el fantasma de la recesión puede asomarse. Se tiene que poner en una balanza qué es peor: la enfermedad (inflación) o la medicina (contracción del PIB y potencial recesión).

En economías avanzadas como el caso de Estados Unidos, donde la población y las empresas están muy bancarizadas y utilizan constantemente el crédito barato para adquirir bienes de consumo duradero y vivienda, financiar adquisición de maquinaria y equipo, financiar proyectos de construcción, etc., el incremento de las tasas de interés es una herramienta muy poderosa para frenar la demanda agregada y ayudar parcialmente a contener la inflación.

En el caso de México, donde la población no está tan bancarizada, donde el crédito se otorga más conservadoramente y además no es tan ampliamente utilizado por ser relativamente caro, las tasas de interés altas no tienen el mismo impacto como política contraccionista para abatir la inflación como en Estados Unidos, sin embargo, sí representan un freno económico y restringen la liquidez.

El incremento de la tasa de referencia en nuestro país por parte del Banco de México, tiene un segundo propósito aún más importante: tratar de contener la salida de la inversión extranjera de cartera. Nos referimos a los activos financieros internos (de emisores privados nacionales o del gobierno federal) en manos de no residentes de nuestro país. Son enormes capitales internacionales que se mueven en los mercados financieros del mundo buscando los mejores rendimientos con niveles bajos o aceptables de riesgo.

México solía ser un mercado sumamente atractivo para la inversión extranjera de cartera, por sus interesantes tasas de interés y su estabilidad económica y política. En los años recientes, el riesgo país de México ha crecido por las señales adversas enviadas con la conducción de la política económica, empezando por la cancelación del NAIM (Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México que se ubicaría en Texcoco). Como resultado, la calificación de México se ha visto mermada, los capitales internacionales han salido del país y el diferencial de tasas México-Estados Unidos se debe mantener para contener estos capitales, cuyo monto no es despreciable. Alrededor del 40% de los valores públicos vigentes al mes de julio de 2022, estaban en poder de no residentes del país, es decir, inversionistas institucionales con residencia en el exterior, personas físicas y/o morales.

No podemos como país, solo dejar que se retiren estos capitales, ya que forman parte de los fondos prestables que utilizará el sistema financiero mexicano para financiar proyectos productivos en México y contribuyen a la liquidez y estabilidad financiera interna.

En los próximos meses, mientras la inflación siga creciendo a nivel mundial, en Estados Unidos y en México, la Reserva Federal puede seguir con su política de incremento en las tasas de interés, y detrás de ellos el Banco de México para mantener cubierto el riesgo país, como ocurrió la semana pasada. Eventualmente esta política monetaria contraccionista puede producir una recesión autoinducida, la medicina y sus efectos secundarios son tan malos como la enfermedad, pero el paciente lo amerita.

En la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad Anáhuac Puebla realizamos cotidianamente estos ejercicios de análisis y reflexión de los fenómenos económicos que afectan la vida de todos en un afán de brindar herramientas para tomar mejores decisiones.

Por Mtra. Judith Cristina Santiago Tirado

Coordinadora de la Licenciatura en Economía, Universidad Anáhuac Puebla.



CHM

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