Ilustración: Vïctor Solís, cortesía de Nexos
Las afectaciones del cambio climático en la salud mental son parte de un proceso que comienza con la preocupación de ver un planeta contaminado y dañado, y asumir una responsabilidad individual en la conservación o deterioro del mismo. Esto genera estrés, el cual provoca dos acciones neurológicas comunes: atacar o huir, según explica en entrevista María Elena Medina Mora, doctora en psicología social y directora de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Cuando no se puede hacer ninguna de las dos, surge la ansiedad que podría convertirse en depresión si la sensación de impotencia no se controla. La investigadora menciona que, además de esos efectos a nivel psicológico, también se producen cambios bioquímicos, lo que puede conducir a que las personas requieran farmacoterapia.