Defender a Ucrania

Ciudad de México /

El mundo enfrenta a un bully profesional. Que cree tener derecho sobre cualquier territorio fuera de Estados Unidos, más aún si se encuentra en conflicto. En su primer mes en el cargo, Donald Trump ya dijo que quiere apropiarse de la Franja de Gaza e intenta repartir el territorio ucraniano para que Rusia se vaya con su parte tras una guerra que inició desde 2014, cuando se hizo de Crimea a la fuerza, y escaló hace tres años invadiendo otras regiones ucranianas.

La propuesta de Trump parece poco probable de negociar para Ucrania. No están dispuestos a perder territorio sin recibir nada a cambio. Alcanzar la paz perdiendo no es una alternativa, pues se pondría en riesgo de otra invasión rusa, que podría incluso avanzar a más países europeos. Por eso la membrecía a la OTAN, a la Unión Europea y el no desprenderse del apoyo estadunidense son indispensables para frenar cualquier apetito conquistador de Putin.

Sin embargo, viendo por sus intereses, Trump está avanzando en un acuerdo que beneficia poco a Ucrania, mientras que Rusia quedaría impune.

Europa, con Francia y Alemania al frente, quiere una paz duradera que garantice que Rusia olvide sus intenciones de expandirse. Casi todo el mundo apuesta a esto, como se demostró ayer en la Asamblea General de la ONU, pero preocupa que Estados Unidos ahora coquetee con Rusia y China en propuestas que dejarían a Ucrania debilitada y a expensas de una nueva agresión.

Al cumplirse un año de esta etapa de la guerra visité Ucrania. Sus calles, inmuebles emblemáticos y la población estaban de luto. Todo era gris. La población estaba triste, desencajada; las familias divididas, soldados yendo y viniendo en las calles, trenes y autobuses. Barricadas en las carreteras y un toque de queda que paraba toda actividad de 11:00 p.m. a 5:00 a.m. Intentaban seguir con sus vidas, a pesar de las alertas de drones con explosivos y misiles que su ejército derriba constantemente. Todo eso sigue igual.

El 24 de febrero de 2022, las fuerzas rusas estuvieron a kilómetros de irrumpir en la capital Kiev. Si no los hubieran detenido, hoy Ucrania sería una parte más de Rusia. Eso no puede volver a pasar con ningún territorio soberano.

El mundo debe defender a Ucrania, porque cualquiera podría estar en su lugar. Apenas ayer Trump volvió a referirse al primer ministro canadiense como “gobernador”, porque quiere que Canadá sea el estado número 51.

Al bully no se le gana con miedo, hay que ponerle un alto.


  • Alejandro Domínguez
  • alejandro.dominguez@milenio.com
  • Periodista por pasión. Dirijo y conduzco #AlexEnMilenio L-V #22hrs. Escribo la columna #RecuentoDeLosDaños cada martes. Profesor en la Universidad Iberoamericana
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