Lo administrativo vs lo pedagógico

  • Apuntes pedagógicos
  • Alfonso Torres Hernández

Hidalgo /

La “carga administrativa” se ha constituido por años en un elemento de la cultura escolar-organizacional que ha impedido la centralidad de la tarea docente en lo pedagógico-didáctico. El control y la búsqueda del cumplimiento (“cumplo pero miento”) son características que permean la tarea administrativa que desarrollan cotidianamente las maestras y maestros. El ejercicio de autoridad de supervisores y directores recurre a dispositivos de control administrativo para configurar la idea de una zona o escuela “que cumple” y que responde al “orden estructurado” históricamente. Esta cultura escolar-organizacional es la que genera tensiones entre los modelos de gestión/administración, tradicionales y burocráticos, frente a otros modelos que procuran la innovación y autonomía, en los cuales lo pedagógico-didáctico ocupa un lugar más relevante. Es decir, la visión tecnocrática y burocratizada que se manifiesta en la rigidez normativa y centralista de las prácticas cotidianas, frente a una visión que intenta trascender hacia una propuesta más dinámica de cambio.

En concordancia con lo anterior, Weber (1864-1920) definió la burocracia como la forma más eficiente de organización teniendo en cuenta la complejidad de los aparatos estatales, de las dependencias gubernamentales y pensando en las necesidades de sociedades cambiantes y dinámicas. La burocracia resulta un «tipo ideal de organización» delimitada por una estructura de dominación legal que se ejerce por medio de un cuadro administrativo aplicable a grandes organizaciones tanto del estado como del sector privado. Representa una estructura administrativa y de personal de una organización.

El trabajo burocrático-administrativo en las escuelas responde entonces a las normas establecidas para mantener una organización regulada y un orden racional; a la división de trabajo (director, docente, personal administrativo y de apoyo); a la jerarquía de la autoridad; y a las rutinas y procedimientos estandarizados. Todo ello son formas de control y ejercicio de poder que responden a un tipo de racionalidad instrumental medios-fines. Este es el enfoque que ha dominado y definido la situación escolar y ha generado ambientes institucionales tensos y escasamente pro-activos hacia lo pedagógico.

El trabajo pedagógico-didáctico que desarrollan las maestras y maestros se ve inmerso en acciones administrativas, en normas y reglamentaciones, en indicaciones y tareas, para evidenciar que realmente estan desarrollando su función pedagógica. Informar puntualmente, mostrar evidencias, participar en tareas no pedagógicas, participar en acciones de otras dependencias (colectas, campañas), reuniones informativas, reuniones sindicales y laborales, son la esencia del trabajo cotidiano que dismunuye la atención de la tarea sustantiva. Todas estas tareas se constituyen en dispositivos de control y poder establecidos por quienes estan jerarquicamente mejor posicionados (supervisores y directores) y que se inscriben en un enfoque racionalista técnico-instrumental que se distancia del enfoque educativo actual.

Si bien el modelo burocrático es una forma eficiente para atender la complejidad de los sitemas sociales, entre ellos las instituciones educativas, lo cierto es que la búsqueda de la eficiencia debe basarse en construir una mejor armonía entre lo administrativo y lo pedagógico. No se cuestiona la jerarquía de supervisores y directores ni su ejercicio de autoridad, pero considero necesario que los dispositivos que utilizan para el cumplimiento de su función deben fundarse en la claridad de un sentido pedagógico y menos de control y cumplimiento. El programa analítico, las planificaciones didácticas, las estrategias para el aprendizaje, los recursos para la evaluación, tienen su esencia y sentido en pensar en una relación pedagíogica pertinente para la formación de las y los alumnos, y esos es que debe importar, lo que se debe dialogar, lo que se debe mejorar día con día. Si esto lo convierten en tareas administrativas, para la verificación y cumplimiento, a lo único que estan contribuyendo será a mantener la supremacía de lo adminsitrativo sobre lo pedagógico.

Es momento de que la autoridad educativa (estatales, de sector, zona y escuela) reflexione sobre esta cultura organizacional burocrática que se ha instalado en los espacios escolares y tomar decisiones radicales para disminuir la carga administrativa de maestras y maestros. Pensar críticamente y adscribirse a un enfoque humanista, reflexionar lo pedagógico y pensar nuevos sentidos para la escuela es mucho mejor que pensar en el mantenimiento del control y disciplina institucional de los docentes. Las niñas, niños y adolescentes lo van a agradecer.


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