Atención amantes del mejor cine del mundo y de las series premium, pero premium de verdad: hoy viernes 11 de octubre se estrena “Disclaimer” en Apple TV+.
No verla es como no ver la película ganadora del Oscar, como no ver la serie ganadora del Emmy. Es como no estar en este negocio. Punto.
¿Qué es “Disclaimer”? Una experiencia cinematográfica, dividida en siete capítulos, de Alfonso Cuarón.
Sí, del director de “Roma”, “Y tu mamá también” y “Gravity”, del orgullo de México. ¿Ahora sí ya nos entendemos?
Obviamente el señor no iba a hacer lo que hacen todos los cineastas cuando les piden que filmen una serie y en verdad consiguió hacer algo mucho muy bueno, mucho muy grande pero, sobre todo, mucho muy diferente.
Él escribe (inspirado en un libro de Renee Knight). Él dirige. Y por eso yo me atrevo a definirlo como una experiencia cinematográfica. Nada qué ver con nada que usted haya visto en su vida.
Es como tomar un libro de siete capítulos y leerlo bloque por bloque hasta llegar al final.
Como en la buena literatura, cada capítulo tiene su estructura y si me detengo nomás aquí, no acabaría nunca. Estructuralmente esto es música, es poesía: uno, dos, tres. Uno, dos, tres. Dos, uno, tres. Dos, tres, uno…
Me sentí como en guion de Guillermo Arriaga, pero en una plataforma. Cuarón reinventa lo genial.
Y cinematográficamente esto es un delirio. No es que haya un plano secuencia bien hecho. ¡No!
Cada secuencia es una obra de arte donde los actores se vacían por dentro, yendo de un lugar a otro, mientras la luz del amanecer comienza a salir al mismo tiempo que la cámara de Emmanuel Lubezki “vuela” en movimientos complicadísimos, hasta rematar con el mismísimo sol, ya en el cielo, colocado al centro de los personajes.
¿Cómo se logra esto? Dominando la materia. Alfonso Cuarón es un maestro del cine y al igual que Ingmar Bergman con la miniserie original de “Fanny y Alexander” o Rainer Werner Fassbinder con los 14 episodios de “Berlín Alexanderplatz”, nos está ofreciendo una obra maestra.
¿Cuál es la historia? Por supuesto que no le voy a vender trama. Digamos que es lo que pasa cuando nuestros secretos terminan por ser descubiertos. Así de simple. Así de complejo.
Cate Blanchett, que es grande entre las grandes, hace aquí la actuación de su vida. Cuando llegue al final lo entenderá.
Kevin Kline hace un trabajo de interpretación enloquecedoramente sublime. ¡Qué gusto volver a verlo y verlo así!
Sacha Baron Cohen está actuando a otro nivel. La exquisitez de Lesley Manville es de no creerse.
En resumen, como son pocos actores, es como si se tratara de música de cámara. Cada instrumento está cuidado. Cada instrumento brilla.
Yo me enamoré de “Disclaimer” porque, como sólo sucede con muy pocos contenidos, trata a las audiencias como entidades inteligentes, como personas capaces de involucrarse, de atar cabos.
Y uno todo el tiempo está participando porque cuando no está vinculando lo que vio en un detalle de la secuencia cinco del capítulo uno con lo que después aparece en la escena ocho del episodio seis, está encontrándole el sentido a la cucaracha que aparece en el momento menos esperado.
Acépteme un consejo de amigo: goce, a partir de hoy, con esta obra maestra de Alfonso Cuarón en Apple TV+. Llévesela despacio, como leyendo un buen libro. Le va a encantar. De veras que sí.