Kalimba es el mejor “Jesucristo Superestrella” que he visto en mi vida. Lo juro. ¡Y mire que he visto muchísimos!
Por favor no me vaya a malinterpretar. Benny, el gran protagonista de la puesta en escena de este año, es un rey. Lo que construye es precioso.
Lo que pasa es que Kalimba es un acontecimiento. De entrada, el señor es cristiano. Eso, por más que uno lo quiera negar, hace una diferencia.
Luego, su rango vocal es alucinante. Nadie, en México, por mencionarle sólo un “pequeño” detalle, había cantado “Getsemaní” en español como él lo cantó en las dos funciones que ofreció de suplente la semana pasada.
Yo sentía que estaba oyendo a un nuevo José José. La canción apenas iba a la mitad y el público ya estaba gritando y aplaudiendo enloquecido. Imagínese lo que sucedió cuando terminó.
Por si todo lo que le acabo de decir no fuera suficiente, Kalimba es un actorazo. ¡Qué manera de darle vida a Jesús!
Fue muy mágico, como si hubiera estado viendo “Jesucristo Superestrella” por primera vez.
A esto súmele una María León espléndida, un Alex Lora más allá de lo fabuloso, el vozarrón maravilloso de José Antonio López Tercero y ese derroche de producción de Alejandro Gou, Erik Rubín y Guillermo Wiechers.
¿Cuál es la nota? Que México, por primera vez en su historia, tuvo un Cristo afrodescendiente y que ese Jesús negro, triunfó, arrasó, enamoró.
¿Dónde estuvo la prensa especializada? Quién sabe pero no se vale buscar a Kalimba sólo para molestarlo y que cuando haga cosas tan positivas, nadie diga nada.
¡Bravo, Kalimba! ¡Bravo, “Jesucristo Superestrella”! ¡Así se hace! ¿A poco no?
BICULTURAL
En Prime Video se acaba de estrenar una película importante, tal vez peligrosa. Se llama “Las tías”. Es de terror a la mexicana. La protagoniza Ximena Sariñana.
¿Cuál es la nota? Que esta película es mexicana, pero no es mexicana. Es estadounidense. Es de Telemundo Streaming Studios, de la productora Creepy Van Films.
¿Y? ¿Qué tiene esto de relevante? Vamos a dividir mi respuesta en tres: lo cultural, lo industrial y la parte del público.
Lo cultural: así como fue preocupante que las grandes marcas de la moda plagiaran los diseños de nuestros artesanos, hay que encender los focos rojos con esto.
Nos están dando cine de terror mexicano que no es mexicano. Nos están vendiendo, desde afuera, algo que nosotros deberíamos estarle comprando a los de adentro. ¿Nadie va a decir nada?
Lo industrial: TelevisaUnivision abrió la caja de Pandora de lo bicultural hace un par de años. Cada vez nos llegan más títulos, así, de Telemundo. ¿Quién va a ganar? ¿Quién, a perder?
La parte del público: “Las tías” es una muy buena película de terror a la mexicana. Dirigir niños y justificar una historia así, en tiempos de celulares, tiene su chiste.
Para la próxima: échenle más “ganitas” a la escenografía para que no se vea tan de la vecindad de “El Chavo”, estrenen terror en la época de terror y, lo más importante, agreguen advertencias para el público.
El autismo es algo que viven millones de familias. Sí es delicado jugar con esto como recurso para dar miedo. Debieron haber iniciado la película con leyendas como las que ponen otras empresas y cerrar compartiendo líneas telefónicas de apoyo. ¡Aguas!