Lo que 2024 nos dejó

Ciudad de México /

2024 fue un año fundamental en la historia de la comunicación, el entretenimiento y la cultura. Quien no lo quiera entender, está perdido.

¿Qué fue lo que pasó? Todo. Entendamos, por favor, las nuevas funciones de los medios de comunicación y de la redes sociales.

A lo mejor no son tan nuevas, pero en estos 12 meses sí fueron descaradamente obvias. Sí se pusieron peor.

¿Qué fue lo que unió a Televisa con TikTok, al cine con Spotify, a El Once con la música y a Netflix con Instagram?

Primero que nada, el vértigo. Consumir mucho, pero corto. “Intensear” para olvidar. Entra un tema, sale un tema. Habla, habla, habla. Muévete, muévete, muévete. Si te detienes, desapareces.

Segundo, “dividir para unir”. Que las audiencias crean que están segmentadas para que se empoderen, para que vivan la fantasía de lo individual, para que crean que son mejores que los demás.

Tercero, “yo te explico”. ¿Qué? Nada, pero tú vas a creer que es todo. Aquí están la guerra, la política, la ciencia, la religión, el amor, la justicia, la historia, los crímenes. “Soy la fuente de tu vida”.

Cuarto, “te lo cambio”. Todo lo que tú creías que era verdad, probablemente sí lo era pero, ¿a quién lo importa? Te lo cambio. Te lo cambio para que te sientas superior. Te cambio los hechos, al asesino, te cambio los valores. “Tú, déjate”.

Pero espérate, se pone más interesante. 2024 fue el año donde nos quedó claro que las que mandan son las grandes corporaciones, las dueñas del dinero, las dueñas de tus referentes culturales.

Y como ellas se vieron más tacañas que nunca, vivimos el año del “refrito”. Prácticamente todo lo que vimos, lo que oímos y lo que sentimos, vino de historias viejas, de personajes de antaño.

Gladiador 2, parte de las secuelas, precuelas y spin-offs. Especial

Nuevas versiones, nuevos comienzos, secuelas, precuelas, spin-offs, series de las películas, películas de las series, making-ofs, el documental, el homenaje, la versión en dibujos animados, la versión en animación japonesa.

“Universos” les llaman ahora pero es lo que tanto le criticábamos a las telenovelas mexicanas desde hace más de 40 años. Es el principio del fin de la creatividad sólo que ahora a lo bestia.

Y para que nadie se queje, en 2024 nos lo disfrazaron de nostalgia. ¡Y allá va el público, a dejarse engañar con una falsa historia de los años 90, de la década de los 80 o de lo que sea!

¡Y allá van las audiencias a romantizar el infierno y a satanizar el paraíso! Lo mismo en documentales que en series, lo mismo en noticias que en deportes.

Sí hubo excepciones. Sí hubo títulos que dijeron lo que se tenía que decir, pero ante la saturación de contenidos fue imposible que trascendieran.

En medio de todo esto, en los últimos dos semestres tuvimos más cine mexicano que nunca en la historia. Cine expresado a través de películas. Cine expresado a través de series.

Los consumidores de noticias que se siguen nutriendo de la infodemia continúan creyéndose el cuento de que no hay apoyos y de que, por lo mismo, el cine nacional agoniza cuando la realidad es exactamente la contraria. Ahora, la que agoniza, es la televisión.

Y es que en 2024 la gente dejó de informarse. Se dejó llenar de estímulos, de emociones, de ideas, pero de manera irresponsable. Por tanto, el gran tema del año fue la salud mental.

Fueron 12 meses donde la humanidad entera se “esmeró” en perder la salud mental para, al final, luchar por recuperarla a través de estrategias cada vez más ridículas.

Por lo mismo, nadie se quiso dar cuenta de que en este período de tiempo la inteligencia artificial ocupó posiciones cada vez más estratégicas, de que dejó sin empleo a más personas y de que se apropió más de nuestras vidas.

Ella, expresada a través de algoritmos, de “bonitos” personajes animados y hasta de filtros en nuestros teléfonos inteligentes nos ha dicho a quién seguir, en qué creer y hasta quiénes somos, quiénes debemos ser.

Por eso fue hermoso el resurgimiento, cada vez más agresivo, de la comedia, del sentido del humor como mecanismo de defensa, de crítica, de revolución, de cambio.

2024 fue un año fundamental en la historia de la comunicación, el entretenimiento y la cultura. Es una lástima que nadie quiera hablar de esto, de estas tendencias, de estas macrotendencias. ¿O tú qué opinas?


  • Álvaro Cueva
  • alvaromilenio5@gmail.com
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
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