2025 inició con “Missing You” (“Me haces falta”), la miniserie más imperdible, perfecta y sintomática que Netflix pudo haber lanzado el 1 de enero.
¿Por qué imperdible? Porque no hay manera de verla y de no conectar, de no involucrarse, de no entretenerse, de no emocionarse, de no enamorarse, de no participar.
¿Por qué perfecta? Porque es impecable tanto en su contenido como en su ejecución.
¿Por qué sintomática? Porque aquí están las claves de lo que quieren las audiencias de 2025, de todo lo que ha cambiado, de todo lo que va a cambiar.
Ésta es la historia de una detective inglesa. ¿Entonces es una miniserie policiaca? No. Es mucho más que eso.
Es un ejercicio de entretenimiento donde, de repente, tenemos un crimen, un caso, pero donde también tenemos un misterio, pero donde también tenemos vida amorosa, pero donde también tenemos vida familiar, encanto y hasta destellos de humor.
¡Lo tenemos todo dentro de un mismo tono! “Me haces falta” podría ser la más digna sucesora de “Bebé Reno”, de “Gambito de dama” y de todas esas prodigiosas miniseries que Netflix acostumbra ofrecernos en la primera mitad del año.
Todo va a depender de usted, de que le guste, de que la comente, de que la recomiende.
¿Cuál es la nota? La evolución de la narrativa. A diferencia de lo que estamos haciendo en México, que es retroceder, que es buscar respuestas en nuestro pasado, “Missing You” ni siquiera se parece a lo que se hacía en 2024. Es el presente.
Los escritores Harlan Coben (“Fool Me Once”), Victoria Asare-Archer (“Star Close”) y Sumerah Srivastav (“Lupin”) ya normalizaron lo que antes era vanguardista.
Tenemos una protagonista femenina, mujer afrodescendiente, líder, autosuficiente, que goza de su sexualidad, empoderada.
Pero, además, tenemos gente de todos los orígenes étnicos habidos y por haber, nuevas masculinidades, personas trans y un montón de sutilezas que hacen que nos apropiemos de la historia, que nos identifiquemos con los personajes y que nos divirtamos sin cometer errores, sin mandar mensajes equivocados.
Lo que más amo de “Me haces falta” es la dignidad de sus personajes.
Aquí, las mujeres, por más ganas que tengan de amar, de conocer a alguien, de saber algo, no se traicionan, no retroceden, no ruegan.
No le voy a vender trama pero, sin arruinarle la experiencia, le voy a poner un ejemplo de esta miniserie:
Apps para ligar. ¿Usted ha usado una App para buscar pareja, para encontrar compañía? En “Missing You” es la cosa más normal del universo. Hasta las adultas mayores las usan.
¿Quiere un conflicto? Pues ahí le va: imagínese que mientras usted está buscando, que mientras usted está viendo el “menú”, se topa con su ex haciendo exactamente lo mismo.
¿Cómo lo procesa? ¿Cómo le resuelve? Y es que hay de exes a exes. Y es que hay de secretos a secretos. Y “Me haces falta” eleva esto al nivel de los mejores clásicos como “El silencio de los inocentes”.
Está de más que le diga que los valores de esta coproducción entre Estados Unidos e Inglaterra son altísimos y que las actuaciones van más allá de lo convincente.
A mí, lo que no me deja de llamar la atención, es el cambio a nivel industria.
Ver a una chica británico-ghanesa como Rosalind Eleazar (“Slow Horses”) protagonizando un proyecto tan importante es maravilloso.
Pero presenciar cómo el número de episodios de las miniseries y su duración se está reduciendo cada vez más, es mil veces más provocador.
Hasta hace muy poco tiempo, las miniseries promedio para streaming tenían diez episodios, ocho, de una hora o más. Ésta sólo tiene cinco capítulos de menos de 45 minutos cada uno. ¿Así o más claro por dónde van las cosas ahora?
Luche con todas sus fuerzas por ver “Missing You” en Netflix. Le va a gustar. De veras que sí.