Estimados lectores, es un gusto dirigirme de nueva cuenta a ustedes a través de estas líneas y en esta ocasión para relatarles sobre otra de mis grandes pasiones deportivas como es la lucha libre, un ámbito al que tengo el privilegio de pertenecer desde hace algunos años en el papel de promotor, y es que hace semanas, fue un gusto ser testigo de lo que la leyenda Octagón sigue provocando en los amantes del pancracio en todo el país.
Un evento llamado “Octagonmanía”, con la que se celebró el primer aniversario de Espartans Producciones, por lo que desde aquí felicito a Marlon, y que junto a Lucha Libre Cancún LLC, se pudo tener en la Arena Colonos de Cancún al Legado Dragón. Uniendo esfuerzos.
Y es que un gran aforo de aficionados llenaron el inmueble para ver a Octagón, el Hijo de Octagón y Octagoncito, quienes tuvieron enfrente a la tercia más ruda del sureste como son los “Hijos de la Calle”: Tizoc, Corsario Jr y Rey Espartano.
Pero el tema en el que me quiero detener, es que sin lugar a dudas Octagón tiene no de ahora, sino desde hace muchos años, un lugar entre los luchadores más importantes de México, comparable a estrellas de antaño y algunos de su generación a finales del siglo pasado.
El cariño y el respeto de los seguidores del Amo de los ocho ángulos hacia él es claro, y no solo porque me tocó vivirlo en la Arena Colonos, sino porque muchas veces lo he visto a las afueras de la Arena México de la capital del país, en su local de artículos oficiales, rodeado de público originario de toda la República Mexicana y el extranjero.
Octagón es un luchador con quien han crecido varias generaciones y cuyo legado se mantiene vigente, con las funciones en las que todavía participa, sin dejar de lado lo que están consiguiendo de forma individual el Hijo de Octagón y Mini Octagoncito.
Es cierto que las condiciones físicas ya no son las mismas, pues Octagón tiene 63 años y más de 40 dedicados al deporte-espectáculo, ya que el debut del originario de Xalapa, Veracruz, en arenas nacionales e internacionales fue en 1981.
Pero aun con las limitaciones a causa del paso del tiempo, Octagón sigue haciendo vibrar los lugares donde se presenta, además de que ratifica el dicho: “Lo que bien se aprende nunca se olvida”.
Alguna vez también estrella de películas en los 90, haciendo tercia de súper héroes con Atlantis y Máscara Sagrada.
Sin duda, un personaje y una máscara ya anclada en el colectivo popular.