Reproducción y muerte

Estado de México /

En el mundo animal el cortejo amoroso para la reproducción y supervivencia tiene múltiples expresiones, en el caso de las aves el macho luce sus mejores galas a través de sus coloridas plumas, o entona seductores cantos, algunos construyen nidos muy atractivos y otros buscan regalos para entregar a la futura dueña de sus afanes, todo por conservar la especie.

Pero también, algunas conductas rompen a nuestro juicio, la seducción espectacular y hasta romántica, al interpretarse como actos violentos, que terminan con la muerte del incauto macho pues la hembra, una vez concluida la fecundación se lo come.

Estas conductas han calificado a la araña Latrodectusmactans como“Viuda Negra” y de mala reputación, ya que una vez detectadas las vibraciones que el macho realiza en su telaraña para cortejarla, ella se dispone a la inseminación y al concluir mata al macho alimentándose de su cuerpo. Conducta observada en cautiverio que se presenta al requerirse nutrientes para los huevos, es por tanto que la muerte del macho se convierte en un necesario alimento para garantizar la progenie.

En el grupo de devoradoras de machos, se encuentra un insecto muy especial la Mantis Religiosa por la forma en la que posiciona sus patas con una “devota” actitud que parece rezar, y que pertenece al orden Mantodea, con más de 2300 especies.

El macho Mantis seduce a la hembra con una danza especial y mensajes que garantizan su calidad como progenitor, a veces, ya es victorioso de una lucha con otros aspirantes. Concluida la fecundación la hembra lo devora por una razón biológica, garantizar que los huevos se formen adecuadamente los que en ocasiones alcanza de 100 a 300.

Hay registros de otros insectos y artrópodos donde la hembra después de aparearse se alimenta del macho como el escorpión, que debe retirarse pronto de la hembra para no terminar siendo su cena, este fenómeno se presenta también con el maravilloso escarabajo estercolero, que es un importante procesador de la materia orgánica y forma con su robusto cuerpo bolas de estiércol que entierra depositándose en cada una de ellas un huevo. La hembra llega a devorar al macho ante circunstancias de sobrevivencia.

Es importante conocer más sobre la naturaleza, para amarla, respetarla y entenderla y no descalificar conductas que nada tienen que ver con las venganzas sino con la sobrevivencia y perpetuación de la especie.


  • Arlette López
  • Facultad de Estudios Superiores Iztacala UNAM
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