Los intelectuales, mercancías desechables

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  • Bernardo Barranco

Estado de México /

La inesperada salida de Televisa de Denise Dresser, Héctor Aguilar Camín y Jorge Castañeda, entre otros, es inquietante porque deja la impresión que los intelectuales son una mercancía que en cualquier momento puede ser canjeable según las leyes del mercado. Aunque no comulgo con los planteamientos de los comentaristas que fueron despedidos de Televisa, sí considero esta una cuestión a analizar críticamente.

Un intelectual es aquel cuyo oficio es pensar de manera crítica la realidad y transmitirla. Dicho de otra manera, los intelectuales son emprendedores de la cultura interpretativa y productores de discurso en la cultura política, social y artística.

La función del intelectual es esencialmente la del observador agudo con diferentes registros de comunicación lingüística y simbólica. En relación con la política, el intelectual ejerce en consecuencia la crítica como profesión.

En el campo social y político, hacia afuera, el intelectual se juega su trayectoria con la asertividad de su visión y sus posicionamientos. Así como de la incidencia en la interna del campo intelectual, un debate sobre todo agoral, por la lucha del reconocimiento entre pares y por el acceso a los medios de influencia en la esfera pública.

Del latín intelectual, se relaciona con la inteligencia, relacionado con intellĭgĕre que es: discernir, captar, comprender. Compuesto por el prefijo inter, entre y el verbo legere: escoger, elegir, leer.

La relación entre lo intelectual y lo político ha evolucionado mucho. Sin embargo, hay una cierta distancia entre el mundo político y el mundo intelectual. Y esto se corresponde a dos factores: por un lado, se debe al hecho de que los políticos son cada vez menos exigentes intelectualmente. Muchas veces son burdos y vetustos y, por otro lado, la ligereza con que los medios tradicionales abordan la política, la cultura y las artes.

Con pesar lo digo: como director del Sistema Mexiquense de Medios públicos he padecido esa disyuntiva. En nuestro caso la distancia en la línea editorial era insalvable. No es el tema de Televisa. Esta empresa atraviesa por una crisis de credibilidad comparable a la financiera. Televisa afronta una crisis en los mercados financieros como resultado de pérdidas en sus acciones, agravada por el anuncio de una investigación por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos relacionada con la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA).

Los intelectuales deben reciclarse. Los despedidos perdieron asertividad y sus pronósticos han sido dolosos y fallidos. Los medios alternativos digitales están mostrando un verdadero relevo de una nueva generación de intelectuales que eran invisibles.

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