Escribí ayer que he apostado algunas comidas a que Donald Trump no impondrá 25 por ciento de aranceles a productos mexicanos y canadienses mañana sábado como lo dijo, en una ocurrencia a raíz de una pregunta el día de su toma de posesión.
En su audiencia de confirmación había puesto algunas condiciones para tal decisión —que si las drogas y los migrantes— y parecía que al menos la amenaza no era un hecho incontrovertible.
Pero ayer, en el mismo lugar, también a raíz de una pregunta, Trump lo ratificó. Luego, como acostumbra, empezó a desvariar hablando de árboles y bosques y madera. Pero dijo que el día primero de febrero vendrán los aranceles.
Tengo algo de esperanza, pero confieso que poca. Si hace un anuncio así, el presidente Trump causaría una crisis inimaginable en México, también en Estados Unidos y Canadá, pero ahora sí que problema de ellos.
Me queda algo de esperanza que hoy o desde ayer en la noche —Trump dijo que por la noche verían el asunto— alguien lo haga caer en razón. Mi esperanza es mínima.
Más viendo su reacción después de la tragedia sobre Washington con el accidente de un avión de pasajeros y un helicóptero que cobró 67 vidas.
Esto dijo el habitante de la Casa Blanca (cito el resumen del New York Times): “El presidente Trump culpó a los requisitos de diversidad de género en la Administración Federal de Aviación y a sus dos predecesores demócratas por la colisión en el aire sobre el río Potomac el miércoles por la noche, diciendo que los estándares para los controladores de tráfico aéreo habían sido demasiado laxos.
“Trump no citó evidencia de que los programas de diversidad tuvieran algo que ver con el accidente fatal, en el que murieron 67 personas, e incluso admitió cuando se le presionó que la investigación apenas había comenzado.
“Momentos después, culpó a los pilotos del helicóptero del ejército que pareció estrellarse contra un avión de pasajeros mientras se acercaba por última vez al Aeropuerto Nacional Reagan, al otro lado del río de la capital.
“Pero rápidamente volvió al tema de que los objetivos de diversidad que, según él, fueron creados por el presidente Barack Obama y el presidente Joseph R. Biden Jr., habían creado cielos inseguros, lo que implica que esas medidas tuvieron que haber contribuido al desastre”.
Pues sí, no hay manera de esperar racionalidad. Listo para pagar comidas y más. Carajo.