Ayer regresó Alejandro Gertz a una mañanera —y a dejarse ver en público—, cosa que no hace mucho el fiscal general.
Respondiendo a una pregunta se fue contra el gobierno de EU porque aún no tiene toda la información que, dice, ha pedido sobre lo sucedido el día en que El Mayo Zambada fue llevado por la fuerza a ese país, donde fue detenido.
“Nos ha informado una parte, pero falta otra que es fundamental: esa persona que fue secuestrada en Culiacán llegó por avión a una ciudad fronteriza de Estados Unidos. La entrada de cualquier avión y de cualquier persona está reglamentada de acuerdo con la ley norteamericana. Y se tiene que identificar el vehículo, que en este caso es el avión, que traía sus matrículas clonadas; se tiene que identificar fundamentalmente al piloto, ¿por qué?, porque ningún piloto, ningún avión puede llegar a un aeropuerto fronterizo de EU si no llena una serie de requisitos.
“Eso es lo que les estamos pidiendo, que nos digan por qué llegó un avión clonado, porque fue clonado en EU. Segundo, ¿por qué no fue detenido el piloto en esas condiciones?, porque no hay un protocolo que nos diga cómo entró”.
Por cierto, le preguntaron también del gobernador Rocha y ahí fue cuidadoso, pero no tanto como para tranquilizar al gobernador: “mientras no tengamos la certeza, no podemos hacer una afirmación. La vamos a hacer, de eso no tengan cuidado, cuando sea procedente, pero no podemos adelantarnos a hacer una serie de hipótesis que no tenemos probadas”.
Cómo andarán las cosas con la embajada estadunidense que ayer el embajador Salazar, sí, él, que nunca dice nada, que solo sonríe e insiste que todo está bien y que quiere mucho a México, salió a la prensa a hacer algunas precisiones. Leyó dos cartas que el fiscal de EU, Merrick Garland, y el secretario de Estado, Anthony Blinken, han enviado a sus contrapartes en México que, entre otras cosas, dicen que “no se llevó a cabo ningún operativo policial en México; no era nuestro avión, ni nuestro piloto, ni nuestra gente; el piloto no era contratista ni empleado del gobierno de EU, ni ciudadano estadunidense”.
Y terminó Salazar diciendo que “lo que pasó en Sinaloa el 25 de julio se debería celebrar para el pueblo de México tanto como para el pueblo de EU”.
Anda bien eso de la cooperación.