Un atisbo a la locura que viene

Ciudad de México /

Un día después de ser confirmado por el Congreso como el próximo presidente de Estados Unidos, cuatro años y un día después de que sus seguidores intentaran impedir la certificación de Joseph Biden, que lo derrotó en la elección, Donald Trump dio una conferencia de prensa.

Llevamos meses leyendo, no solo en México sino en medios de otras partes del mundo, a algunos comentaristas y analistas políticos diciendo que todas las amenazas de Trump son solo eso, amenazas imposibles de cumplir de un hombre un poco tocado, pero que de alguna manera él o quienes lo acompañan detendrán buena parte de lo anunciado.

Se han mencionado razones económicas, sociales, de seguridad, ambientales… Todas tienen buena parte de verdad, pero todos esos argumentos también asumen que Donald Trump es otro del que es públicamente en este segundo capítulo de su recorrido por el poder, o que en alguna parte de su cerebro no piense que puede hacer lo que dice que quiere hacer.

Pongo un ejemplo: la barbaridad más reciente es la de quedarse con Groenlandia. Parece un chiste, pero la verdad es que ya en su primer mandato, cuando no tenía el poder que tiene y tendrá ahora, había mandado a investigar cómo podría quedarse Estados Unidos con Groenlandia. Entre otras cosas, porque el cambio climático que está reduciendo el hielo abre posibilidades de explotación de varios minerales.

Por supuesto que los gobiernos daneses y el de Groenlandia (que lleva tiempo buscando su independencia) ya salieron a decir que ni se le ocurra a Trump. Pero ya está el tema en la mesa y ha reavivado la bronca entre Dinamarca y Groenlandia. Gracias, presidente Trump.

Como lo del canal de Panamá, Canadá como el estado 51 de Estados Unidos, que ya cobró el puesto de Justin Trudeau, o cambiarle el nombre al golfo de México. Por cierto, ayer no descartó la idea de usar al ejército estadunidense para quedarse con Groenlandia o el canal de Panamá. Para Canadá dijo que solo usará los aranceles.

Como suele suceder, a México también le tocó, cuando lo describió como “un lugar muy peligroso” que está “esencialmente dirigido por los cárteles”. Y volvió al asunto de las drogas y los migrantes con más mentiras que hechos.

También anunció que si los rehenes que tiene Hamás “no están de vuelta para cuando asuma el cargo, se desatará el infierno en Oriente Medio”.

Podemos seguir pensando que son las ocurrencias de un loco. O anticipar que vienen cuatro años inauditos por bárbaros para el mundo.


  • Carlos Puig
  • carlos.puig@milenio.com
  • Periodista. Milenio TV, Milenio Diario y digital, de lunes a viernes. Escucho asicomosuena.mx todo el tiempo.
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