La presidenta de la república Claudia Sheinbaum ha enviado a la Cámara de Diputados el anteproyecto de presupuesto para el ejercicio 2025 por un importe de más de 9 billones de pesos donde se destaca el apoyo a los programas sociales y a los que menos tienen.
Hay reducciones a varias secretarías pero aumento a otras donde los programas sociales son el buque insignia de la cuarta transformación. Esos programas que tanto les retuercen a la oposición.
En la carta de presentación que envío a la Cámara de Diputados (que tendrá que aprobar el presupuesto a más tardar el último día de diciembre), la Presidenta apunta con claridad: “…daremos continuidad a los significativos avances en materia de reducción de pobreza y desigualdad logrados en la pasada administración, con la materialización de programas y proyectos prioritarios en beneficio de la población más desfavorecida”.
Atrás quedaron los tiempos donde los presupuestos fueron esas bolsas como especie de “regalos” donde muchos políticos y diputados maniobraban a favor de sus clientelas, sobre todo con los que se hacían pasar por “campesinos” y “ganaderos” que no tenían tierras y tampoco ganado.
Quizás tierra en las uñas y animales en la cabeza. Cómplices de la corrupción y el dispendio…
El presupuesto del próximo año tiene sin duda el sello de la austeridad y el control del gasto de manera escrupulosa.
Las reglas de operación de los programas aumentaron para evitar el derroche y el dispendio que ha sido el acicate de la cuarta transformación.
El presupuesto debe llegar de manera directa a la gente, al ciudadano que espera programas, medicinas, atención medica en su casa, seguridad, becas y apoyos entre muchos programas por parte del gobierno.
Este año será paradigmático con el nuevo Programa de Beca Universal de Educación Básica “Rita Cetina” –destinado a estudiantes de educación básica-, fortaleciendo el programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” con más de 24 mil millones de pesos.
Las carencias están a flor de piel en un país donde la pobreza es la prioridad de la política social. Sin simulaciones y engaños, sin privilegios ni canonjías la Presidenta le apuesta al Desarrollo agrario y territorial con la SEDATU al frente de la socióloga Edna Vega Rangel donde el apoyo a la vivienda, es prioridad por la falta de hogares dignos y accesibles incluyendo la regularización de la tierra.
En el proyecto de presupuesto del próximo año se destaca el apoyo a las instituciones de salud pública y a la seguridad social de los trabajadores donde el ISSSTE e IMSS se les aumentó el presupuesto respecto al ejercicio anterior con una variación de 6 y 4.7 % respectivamente.
Se destaca el aumento al apoyo a la infraestructura hidráulica en el país a través de CONAGUA con más de 20 mil millones de pesos.
A ver si de una vez por todas los gobernadores prianistas de Coahuila Manolo Jiménez y de Durango Esteban Villegas le apuestan a resolver el programa del agua en la Comarca Lagunera.
Con este tipo de apoyos y programas con orientación social y comunitaria se continúa con la transformación de la vida política nacional y la construcción de segundo piso.
Cerrar las terribles brechas de pobreza y desigualdad es la traducción de este anteproyecto de presupuesto 2025.
Hablar de esta nueva planeación en el gasto es paradigmática y esencial para los cambios de fondo que la mayoría de los ciudadanos reclaman.
Salvo muy pocos como Guadalupe Loaeza que no cree en la Presidenta. Pero eso no importa desde su caja de cristal con aroma esnobista.
El gasto e inversión hacia los que menos tienen es la prioridad de este gobierno buscando la reducción de la pobreza y la desigualdad social en un país donde los ricos al amparo del poder se volvieron más ricos.
Los pobres no se volverán más pobres. Un PEF 2025 con justicia e igualdad social.
@CUAUHTECARMONA