“En la justicia siempre hay peligro: si no por la ley, por los jueces” H. Bordeaux
La presión política que algunos juzgadores federales están ejerciendo para evitar la reforma judicial de la 4T es a todas luces ilegal.
Olvidan que el paro y/o derecho a huelga es por antonomasia un recurso que todos los trabajadores tienen contra su patrón para defender sus derechos.
Hasta ahí todo está bien.
Sin embargo, no es para todos los trabajadores.
Al menos, no para los que dependen del Consejo de la Judicatura Federal, sobre todo para los que portan togas negras super 150 de lana.
En ese sentido es importante preguntar a los sabios e intocables de la toga:
¿Quién es su patrón?
El único poder que se siente intocable e infalible es el Judicial de la Federación.
El poder soberano del pueblo (donde me incluyo), les valemos madres.
Pero no podemos permitirles que estén siendo omisos al reclamo popular.
La transformación de la vida política nacional incluye a todos los poderes sin excepción.
Y de manera hipócrita se desgarran sus togas…
Pero se les acabó el veinte. Recuerdo al Magistrado suspendido porque le encontraron millones de pesos en sus cuentas sin poder comprobar esos recursos o, el Juez de Distrito que resolvió en contra de una jurisprudencia en un asunto de metanfetaminas o, que decir de aquel secretario que, actuando en funciones de Juez de Distrito amparaba a empresarios corruptos y evasores de impuestos.
Los paristas (juzgadores), están afectando otros derechos, entre ellos el acceso a la justicia sin entrar si quiera a la tutela judicial eficaz y expedita que están obstruyendo.
En el pasado ya lo hicieron con el pretexto de las medidas sanitarias en la pandemia. Me viene a la mente marzo del 2020 cuando el PJF cerró puertas y la justicia quedó suspendida.
En aquel entonces se suspendieron plazos y términos.
Este que escribe de forma insufrible esperaba un revés a una sentencia chueca y arbitraria de un secretario proyectista corrupto y miope.
En tiempos de la pandemia hubo el pretexto (muy discutible), de suspender actividades en el Poder Judicial de la Federación.
Pero ahora: ¿bajo qué pretexto?
La regularidad de la justicia es esencial en tiempos de una eufemística “nueva normalidad” pero cual es nuestra sorpresa que, de forma ilegal, muchos juzgadores y empleados del PJF obstruyen la normalidad postpandemia.
Están trastocando el derecho a la justicia.
Un poder que fue cómplice de atropellos, corruptelas y de supeditación a los grandes mafiosos del poder donde el nepotismo estaba inmerso en toda la estructura judicial, se retuerce y está presto a salir a las calles a defender sus privilegios.
No importa que se encuentren en la ilegalidad u obstruyendo la justicia. En casa de herrero cuchillo de palo…
Jueces y Magistrados de Circuito hasta Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación propuestos a modo por la oligarquía del poder fue la constante.
Los jueces ahora serán electos por el pueblo.
No mas clubes de Toby o tráfico de influencias o de placeres recibidos.
La reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF), no está en vilo.
Teniendo la mayoría en las Cámaras sin duda será un acierto para que la transparencia y rendición de cuentas sea el acicate de un poder acostumbrado a la secrecía, nepotismo y trafico de influencias para los primeros días de septiembre según el diputado federal electo Ricardo Monreal.
La elección de juzgadores vendrá a transparentar lo pantanoso y negro de sus mecanismos, tan oscuros como sus togas negras…
@CUAUHTECARMONA