Vivienda para el Bienestar

  • Agora
  • Cuauhtémoc Carmona Álvarez

Laguna /

Los teóricos sociales nos señalan que las tres necesidades básicas del hombre son: comida, trabajo y vivienda. 

Y ciertamente son el talón de Aquiles para combatir la desigualdad y la pobreza en todo México de Península a Península.

El acceso a la vivienda es pues una necesidad imperante que hoy se traduce en un derecho social exigible ante una nueva política de vivienda encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum y la titular de Secretaria de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (SEDATU), Edna Vega Rangel.

En ese sentido, el pasado viernes en los Cabos, Baja California Sur arrancó el programa de Vivienda para el Bienestar para impulsar un millón de viviendas nuevas a lo largo y ancho del país, más 450 mil mejoramientos y ampliaciones de vivienda, y un millón de escrituras que darán certeza a las familias en todo el país que requieran del apoyo principalmente quienes vivan en pobreza.

Este tipo de políticas sociales en materia de vivienda responden a la agenda global de Naciones Unidades, específicamente al objetivo 11, “Ciudades y Comunidades sostenibles”, para que los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. 

Principalmente responden a las políticas primigenias de que los pobres son el centro de los programas sociales implementados por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador. Hoy son un derecho.

Desde campaña la hoy presidenta de México se comprometió al arranque en los Cabos de este programa por ser un municipio asimétrico respecto a los desafíos en infraestructura y vivienda.

Los Cabos es el municipio con más crecimiento del país (migración), por el desarrollo hotelero e inmobiliario con una población por arriba de los 350 mil habitantes. 

Es el municipio más poblado de todo el estado pero con más carencias sociales donde más del 70 % es pobre o, presenta alguna carencia social donde el acceso a la vivienda es una necesidad apremiante según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Arrancar un programa de tal magnitud, parafraseando a mi amigo cabeño Gabriel Fonseca (Cronista de la Ciudad), en el “brazo descarnado” de la patria, me parece paradigmático y puntual pues la presidenta Claudia Sheinbaum es comprensiva de que el desarrollo y crecimiento turístico debe ir aparejado del desarrollo y bienestar social para erradicar de una vez por todas, aquella frase vergonzante: “Paraísos turísticos, infiernos terrenales”.

A pregunta expresa de una reportera sobre el tema nuestra primera mandataria de México expresó:

“Nosotros creemos que el desarrollo debe llevar una prosperidad compartida y, para ello, por el bien de todos, primero los pobres. 

Entonces, no es justo. 

Además, la vivienda es un derecho, esa es nuestra concepción, no es una mercancía, que fue toda la concepción del periodo neoliberal; entonces, por eso es el millón de viviendas. 

Y lo que queremos, pues es que las personas que trabajan en Los Cabos, pues tengan una vivienda digna, asequible”.

La vivienda para el bienestar sin duda está en marcha. 

Los infiernos terrenales deben estar solo en la literatura donde los desposeídos y excluidos de la Divina Comedia, no son los desposeídos y excluidos en el México de la transformación donde la política social es primero los pobres.

El derecho a la vivienda es un derecho social que la cuarta transformación hará valer sin menoscabo de nada y de nadie. 

Empresarios, gobierno y sociedad debemos ir de la mano en un país donde la desigualdad y pobreza hay que combatirlas de manera seria. 

Viva la vivienda para el bienestar.


@cuauhtecarmona

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