Que triste pero cierto lo ocurrido en el rancho Izaguirre en el municipio de Teuchitlán, estado de Jalisco, sacó totalmente de las mañaneras el tema de la violencia que se vive en Guanajuato y lejos quedaron los días en los que se cuestionaba el desempeño de la Fiscalía local y se anunciaban indagatorias a las autoridades de Guanajuato.
Este caso rebasó toda experiencia previa de este tipo en la zona y hoy las baterías están enfocadas en el manejo de las indagatorias realizadas en torno a este predio donde se presume se entrenaba a futuros sicarios del crimen organizado y reitera la necesidad de un trabajo conjunto en el combate a los delincuentes.
Que esto no exime a la entidad de un esfuerzo constante para mantener a raya a las bandas delictivas que operan en la entidad, el mayor número de detenidos por las autoridades competentes, corresponden al grupo originario de Jalisco y el segundo volumen de procesados son del grupo local lo que habla de la presencia de ambos.
El tema es cerrar el paso a operaciones en el estado que eviten que aparezcan sitios como el del rancho Izaguirre, nos cuentan que el predio encontrado en Yuriria luego de las investigaciones por un ataque a elementos estatales no era más que un campamento muy lejano a las instalaciones de Teuchitlán pero eso no quiere decir que no pueda a aparecer un sitio similar en el estado.
Que para el gobierno del estado el tema de las personas desaparecidas es prioridad por lo que se mantiene un enfoque permanente de apoyo a los grupos de buscadores y a las instancias correspondientes no solo con las políticas conducentes sino también con los recursos necesarios.
En lo que la va de la actual administración se tiene el registro de poco más de 300 personas reportadas como desaparecidas de las cuales de acuerdo al registro oficial 22 han sido localizadas sin vida entre ellas menores de edad, el asunto sin duda no es menor.