Que como un buen calmante para los teóricos del compló, en el marco del proceso electoral judicial el gobierno del Estado de México ha expresado que se garantizará la cero intromisión, y para ello se tienen previstas al menos siete medidas en las distintas secretarías y dependencias estatales para que los servidores públicos no caigan en la tentación de cometer actos que puedan derivar en faltas administrativas o delitos electorales.
Que por cierto, dicho proceso electoral extraordinario por el que se definirán distintos cargos al interior del Poder Judicial, tanto en lo federal como en lo local, se ha caracterizado hasta ahora por ser una contienda limpia, muestra de ello es que hasta el momento no se tiene ninguna denuncia relacionada con posibles delitos electorales. Eso es una buena señal, tratándose del primer ejercicio de este tipo. A ver si la situación sigue así, libre de mapaches de nueva generación.
Que ya metidos en temas electorales, por si faltara, este fin de semana se llevará a cabo en algunos municipios la jornada de elección de Delegados, Subdelegados y Consejos de Participación Ciudadana. En lo que hace a la capital mexiquense se aplicará la “ley seca”, cosa que quizá no sea del agrado del respetable público.
Lo cierto es que, en general, en las distintas demarcaciones ha faltado una difusión más efectiva de este proceso, amén de explicarle a la gente, con precisión, las funciones de las llamadas “autoridades auxiliares”.
Que entre las buenas noticias en medio de la tormenta Trump, en el Estado de México no se han tenido paros de actividades en empresas ni fugas de capitales, a pesar de las presiones arancelarias de Estados Unidos. Se ha hecho un buen trabajo, desde que inició la actual administración, por parte de la Secretaría de Desarrollo Económico que encabeza Laura González Hernández.
Ciertamente la eficaz funcionaria ha puesto los cimientos de la confianza entre los inversionistas y ha sabido generar tranquilidad mientras se analizan las repercusiones de las ocurrencias del vecino.