Que la próxima reunión entre el gobernador electo, Alejandro Armenta; el cuasi alcalde de la capital, Pepe Chedraui y los representantes de Agua de Puebla se perfila como el inicio de una relación que podría cambiar la dinámica del manejo de este recurso en la capital. Se dice que la adecuada gestión será uno de los pilares de la administración de Armenta, quien ha manifestado su compromiso con el desarrollo sustentable. A esto se suma el papel que jugará Chedraui, quien podría ser el puente entre las expectativas de la población y las acciones de la empresa responsable de garantizar el suministro. ¿La meta? Nada menos que mejorar la infraestructura, optimizar la distribución y asegurar la calidad de este líquido vital para los poblanos.
Que por sí misma, la expectativa es que esta colaboración entre gobierno y sector privado no solo solucione problemas actuales, sino que también atraiga inversiones que impulsen la economía local. Pero, ojo, el verdadero reto será traducir esta alianza en acciones concretas. Las miradas están puestas en lo que promete ser una gestión emblemática para el futuro de Puebla.
Que con solo 81 días restantes en su administración, Sergio Céspedes, designó a Alejandra Montiel como secretaria de Economía tras la partida de Ermilo Barrera Novelo quien dejará su cargo para asumir nuevas responsabilidades en el gobierno de Yucatán. Montiel ha formado parte del Consejo Técnico para la Inversión en Puebla y asumirá el seguimiento de proyectos clave. Se espera que de aquí a diciembre no ocurra otro cambio en el equipo del actual mandatario.
Que debido a la experiencia obtenida en los gabinetes de Miguel Barbosa y Sergio Céspedes respectivamente, Liz Sánchez fue designada como nueva Secretaria Técnica de la Comisión de Bienestar en el Senado de la República. El conocimiento que acumuló durante su gestión en Puebla no pasó desapercibido, y su nombramiento podría significar un impulso para la agenda de bienestar a nivel nacional. Los que saben aseguran que Sánchez, con su cercanía a las comunidades y su enfoque en el desarrollo social, serán pieza clave en la nueva etapa que iniciará en pocos días la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum.