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Pobreza extrema en México

Ciudad de México /

Partamos de una premisa básica: en una economía con los recursos económicos y naturales como los que tiene México no debería haber pobreza extrema. La existencia de pobres extremos en México representa el fracaso de las políticas económicas y sociales que se han implementado en el país.

Para entender por qué digo lo anterior me refiero a la definición de pobreza extrema que ofrece el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (CONEVAL), que es el órgano encargado de realizar las mediciones oficiales de pobreza en México. Para esta institución, las personas que están en pobreza extrema “disponen de un ingreso tan bajo que, aun si lo dedicase por completo a la adquisición de alimentos, no podría adquirir los nutrientes necesarios para tener una vida sana.”

Ahora bien, ¿de cuántas personas en esta situación estamos hablando? En México tenemos dos definiciones de pobreza extrema, una por ingresos y la otra multidimensional. Los pobres extremos por ingresos cumplen con la definición antes mencionada. En 2022, en esta categoría se encontraba el 12.1% de la población, es decir, 15.5 millones de mexicanos. La pobreza extrema multidimensional, por su parte, implica una definición más estricta, ya que además de cumplir con la descripción anterior, también requiere que las personas tengan carencias en tres o más de las seis dimensiones sociales que mide el CONEVAL (salud, seguridad social, nivel educativo, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y alimentación nutritiva y de calidad). Bajo esta definición, el 7.1% de la población en México (9.1 millones de mexicanos) se encuentra en 2022 en pobreza extrema multidimensional. Independientemente de la definición que utilicemos, cifras de esta magnitud deberían ser inadmisibles para un país con el nivel de desarrollo económico de México.

¿Cómo sabemos que no lo estamos haciendo bien en esta materia? Las comparaciones internacionales no son sencillas, ya que cada país utiliza sus propios umbrales de pobreza extrema. Sin embargo, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) ha hecho un esfuerzo por ofrecer estimaciones relativamente comparables para 15 países de la región. Las cifras más recientes (2021 o 2022) ubican a México justo a la mitad de esta tabla, con una tasa de pobreza extrema de 6.2%, por debajo de Honduras (34.4%), Colombia (16.9%), Bolivia (9.9%), El Salvador (8.7%), Paraguay (7.9%), Ecuador (6.9%) y Panamá (6.5%), pero por encima de Brasil (5.3%), República Dominicana (5.1%), Argentina (3.9%), Perú (3.3%), Costa Rica (3.3%), Chile (2.1%) y Uruguay (0.3%).

Noten que, si bien hay una cierta relación entre ingreso per cápita y tasas de pobreza extrema, esa relación no es perfecta. México, por ejemplo, tiene una tasa de pobreza extrema parecida a la de Ecuador, a pesar de tener casi el doble del ingreso per cápita. Mientras que Costa Rica y República Dominicana, con ingresos per cápita similares a México, tienen menores tasas de pobreza extrema. Es evidente que podríamos tener un mejor desempeño en esta materia. En mi siguiente columna hablaré de lo que creo que puede hacerse para reducir la pobreza extrema en el país.


  • Gerardo Esquivel
  • Economista.
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