Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio adaptado esta vez como farallón, Gamés leyó en su periódico El Universal en senda nota de Javier Cabrera de que el desgobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, recibió de manos del secretario de Organización de Morena, Andrés Manuel López Beltrán, su credencial de afiliación. Qué bueno porque estábamos muy preocupados por la credencial de Morena de Rocha. Gil ya se ha referido en esta página del fondo a la alta misión del espíritu político que se propone Andrés Manuel López Beltrán: afiliar a 10 millones de personas. Para eso necesita una compra monstruosa de tabletas Samsung, a esa pirueta le ayuda Ricardo Monreal.
La gravísima, altisonante, mínima y dulce historia, diría el clásico, relata que Rocha mandó poner en redes que con el tiempo el anhelo de un país más equitativo, se transformó en una lucha incansable por el bienestar de todas y todos: “Paso a paso, este movimiento ha crecido hasta sumar a millones de mexicanas y mexicanos que hoy seguimos construyendo un futuro fundamental en la honestidad, la justicia y
la democracia”.
Gil abrió el frasco de esencias de la obviedad: esto lo dice uno de los peores gobernadores de que guarde memoria nuestra más reciente historia, un político que incendió al estado de Sinaloa, que nunca aclaró si asistiría a la emboscada que le tendieron al Mayo Zambada, que ha sido incapaz de pacificar las calles de Culiacán, alguien sobre quien pesan serias sospechas de enredos con el narco. Con la pena.
Gil se devana los sesos: ¿por qué la defensa, la protección, el cuidado del ex presidente Liópez con un dudoso gobernador? La misma candidata acompañó al entonces presidente a proteger a Rocha Moya. ¿Y cómo para qué? No fueron juntos a Tamaulipas, a Tabasco, a Chiapas, Guerrero, Morelos y otros estados con serios problemas de seguridad y violencia, solamente a Sinaloa.
Indefendible
Oigan a Rocha: “Reafirmo mi compromiso con la Cuarta Transformación, impulsada por el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador y que hoy continúa con la visión y firmeza de nuestra presidenta, Claudia Sheinbaum. Es un gusto recibirte en Sinaloa, mi querido Andrés Manuel López Beltrán, y recibir mi credencial de afiliación”. Ahora mal sin bien, López Beltrán, como en las cantinas, se compromete, se encuentra en una campaña nacional de afiliación y credencialización y no le importa a dónde entrega credenciales. No vaya a ser el diablo y luego caiga Rocha y los malvados del hombre naranja revelen alguna cosa y se arme la de Dios es padre.
Piratas
Gil lo leyó en su periódico MILENIO sin dar crédito y cobranza. La Sección 47 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana informó sobre un ataque perpetrado por presuntos piratas modernos contra la plataforma Zaap Delta, ubicada en la Sonda de Campeche.
De acuerdo con la información difundida por el STPRM en sus redes sociales, los trabajadores fueron amenazados durante el asalto. Aunque no se precisó el número de lesionados, se confirmó que fueron trasladados a Ciudad del Carmen para recibir atención médica y rendir su declaración ante las autoridades.
El ataque ocurrió la noche del viernes, cuando un grupo de hombres armados abordó la plataforma, despojó al personal de suws pertenencias y sustrajo equipo de la instalación, incluyendo bombas y sistemas de respiración autónoma, un patrón que se repitió en otros incidentes similares. Se sabe que desde la plataforma se solicitó auxilio, pero la ayuda llegó hasta la madrugada.
No somos nada: estos hechos se registran desde hace tiempo en las plataformas de Campeche y Tabasco, donde incluso se reportaron disparos, así como el robo de cables, herramientas y equipos de comunicación.
Lo que nos faltaba: ¡Piratas! Los Chapos, los Zambas y Francis Drake.
Mon Dieu!
Todo es muy raro, caracho, como diría, Cervantes: “tiene el miedo muchos ojos y ve las cosas debajo de la tierra”.
Gil s’en va