Gil sigue volando bajo. Mientras planeaba a baja altura leyó en el portal español Ethic una entrevista con Martin Baron, uno de los periodistas estadunidenses más reputados de su generación. Baron fue director del Miami Herald, de The Boston Globe y, durante casi una década, de The Washington Post. En todos ellos demostró un gran talento para obtener exclusivas que transformaron el panorama político y social de su país. Pero, más allá de eso, Baron tuvo que capitanear la transformación de esos periódicos en medios digitales y la búsqueda de la rentabilidad en un momento en el que los periodistas tradicionales eran reacios a abandonar el papel y los propietarios y directivos no tenían claro cuál sería su modelo de negocio a medio plazo. Por si eso fuera poco, en sus años al frente de The Washington Post, que en 2014 compró Jeff Bezos, el propietario de Amazon, tuvo que informar a una sociedad estadunidense que se polarizaba políticamente hasta unos niveles con pocos precedentes. Baron ha contado su experiencia en un libro: Frente al poder. Trump, Bezos y el Washington Post (publicado en español por la editorial Esfera de los Libros). Gil arroja un puñado de subrayados.
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Creo que tendremos que revaluar nuestro modelo de negocio cada media docena de años. Tal vez menos. Hace dos años nadie hablaba de inteligencia artificial (IA) generativa. Y ahora es de lo único que se habla. No solo de su profundo impacto en el conjunto de la sociedad, sino también en la profesión periodística y nuestro modelo de negocio. A veces pensamos que, simplemente, la tecnología avanza a un ritmo acelerado y lo único que debemos hacer es adaptarnos a ella. Pero hay que ir más allá. Hay que abrazarla y repensar cómo ordenamos y transmitimos la información, qué tipos de relatos funcionan, y prestar mucha atención a cómo la gente desea consumir la información.
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Creo que los periódicos seguirán dependiendo de la publicidad, y tal vez de otras fuentes de ingresos, pero pienso que los lectores tendrán que estar en el centro. Facebook le ha quitado relevancia a las noticias; antes esta red era una importante fuente de tráfico, pero en la actualidad más bien genera poco tránsito. Y ahora que los resultados de las búsquedas están siendo sustituidos por las respuestas de la IA generativa, Google también va a generar mucho menos tráfico para los medios. Y, por supuesto, Twitter también es una fuente muy pequeña de tráfico. Así que las organizaciones de noticias van a tener que desarrollar una relación directa con los lectores.
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Cualquiera puede ser presentador o podcaster. Las barreras de entrada son esencialmente cero. Y, muchas veces, la gente acude a lugares que encuentra en las redes y que confirman su punto de vista preexistente. Y estos, en algunos casos, pueden incluir teorías de la conspiración. Ahora, siempre se puede encontrar a alguien que afirma que hay una conspiración. Alguien que, por razones personales, políticas o comerciales, difunde información falsa deliberadamente. En el pasado no era así. En la actualidad, el reto de los medios consiste en diferenciarse de los demás. En dejar claro que el centro de nuestra nuestra existencia es el proceso de verificación de la información, que tenemos un personal que hace eso y se comporta de manera profesional, que está muy comprometido con eso independientemente de su ideología.
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Me gusta ser optimista. Es importante que tengamos éxito. Y no conozco a nadie que lo haya tenido si esperara fracasar. Hemos vivido tiempos muy difíciles y los hemos superado. Y nos hemos reinventado como profesión. Creo que tenemos que seguir reinventándonos. Sin embargo, nuestro futuro depende en gran medida de la democracia. No puede haber democracia sin una prensa libre e independiente. Pero tampoco puede haber prensa libre e independiente sin democracia. Mientras esta exista, creo que la sociedad siempre necesitará informarse sobre lo que ocurre en su comunidad y su país. Y ese es el papel de la prensa. Creo que la gente acabará entendiendo la diferencia entre información verificada e información no verificada, la diferencia entre el trabajo profesional y la gente que ayer decidió empezar a publicar en internet, sin recursos para hacer ningún tipo de verificación. Soy optimista, siempre y cuando hagamos lo que tenemos que hacer.
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Como todos los viernes, Gil toma la copa con amigos verdaderos. Mientras el mesero se acerca con la botella de Grey Goose para fabricar Gansos Salvajes, Gamés pondrá a circular por el mantel tan blanco las frases de Tomás Eloy Martínez: “El periodismo no es un acto de narcisismo, sino de servicio a los demás (…) ser periodista significa ponerse en el lugar del otro, comprender lo otro. Y, a veces, también, ser otro”.
Gil s’en va