Guerrero: pésimas noticias

Ciudad de México /

Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil veía un capítulo más de Los Soprano, la serie televisiva que cuenta los negocios ilegales de un grupo de mafiosos encabezados por Toni Soprano interpretado por el gran James Gandolfini. La serie cumple 25 años de su estreno. Y como los caminos de la vida no son los que Gamés pensaba, mil cosas sin importancia le impidieron verla en su momento. La estructura narrativa la envidiaría el novelista más experimentado, los temas los compraría el creador más audaz de best sellers, los personajes despertarían la envidia de Balzac. ¿No le creen a Gamés? Vean unos cuantos capítulos y caerán en la red. Crímenes, traiciones, ambiciones desaforadas, dinero sucio, prostitución, extorsiones, negocios turbios con la basura, violencia desalmada, conflictos familiares, infidelidades apasionadas, matrimonios destruidos, mujeres rebeldes y psicoanálisis. Oh, sí.

El jefe del grupo mafiosos de New Jersey, Toni Soprano, sufre ataques de pánico y decide asistir al consultorio de una psicoanalista. Esta correa de transmisión narrativa que une la trama es uno de los momentos culminantes: la transferencia casi incontrolable entre Soprano y la doctora Jennifer Melfi, de la cual Gilga, como Toni, se enamoró desde que la vio, la interpreta Lorraine Bracco.

La avasalladora realidad

Gilga se equivoca demasiado en la vida. Estaba tralalai tralalai, retirado en la paz de sus desiertos, diría el clásico, cuando tomó el celular, gran error mental, y vio la noticia en su versión digital de MILENIO: “Chilpancingo: decapitan al alcalde cuando coordinaba apoyo a los afectados por el huracán John”. Bienvenido a la realidad, farfulló Gamés. La nota de Rogelio Agustín, corresponsal en Chilpancingo: “Alejandro Arcos fue asesinado a una semana de asumir el cargo, conformó la Fiscalía del estado”. La escena que cuenta Agustín dejó helado a Gil: el alcalde se encontraba en Tepechicotlán supervisando la ayuda a los damnificados del huracán John. Tiempo después se perdió la comunicación con él y su equipo cercano de colaboradores.

Horas más tarde, vecinos de la colonia Villa Roble, en el sector poniente de Chilpancingo, informaron que en la calle Moctezuma se encontraba abandonada una camioneta blanca. En el techo dejaron la cabeza de un hombre. Dentro de la camioneta, cubierto con una cobija, estaba el cuerpo de la víctima, en la bolsa de su camisa estaba su credencial del INE: Alejandro Arcos Catalán. Este hecho siniestro ocurrió tres días después del asesinato del secretario del Ayuntamiento, Francisco González Tapia.

Gilga caviló con la mirada perdida: el único gobierno que existe en Guerrero es el del crimen organizado, ellos son dueños de los caminos del estado, de los municipios, quitan y ponen a presidentes municipales, despojan, trasiegan droga, extorsionan, secuestran, torturan, cortan cabezas a la luz del día, no esperan la oscuridad para cometer los crímenes porque son los dueños del estado de Guerrero.

Sin gobierno

Todos lo sabíamos, incluyendo el despistado Gamés, desde hace diez años, de ese tejido de pudrición está hecha la tela de la masacre de Ayotzinapa. Además, no hay gobernador, convengamos en que Evelyn Salgado Pineda no tiene idea de qué hacer después de que la sacaron del antro para sentarla en la oficina del gobernador.

¿Y qué decir de Félix Salgado Macedonio, padre de la gobernadora y seguramente su asesor principal? un hombre acusado de abusar y violar al menos a seis mujeres, a un bravucón ebrio que cuando era diputado se liaba a golpes con la policía; a un hombre que estrelló su motocicleta a gran velocidad y se jactaba de ello, símbolo perfecto del machismo; a un hombre que le compuso una cumbia al líder Liópez para obtener sus favores; a un hombre que cuando fue alcalde de Acapulco se retrataba con mujeres en bikini en la playa; a un hombre que utilizó recursos públicos para figurar como el héroe de la película Guerrero. A este señor lo impuso y defendió el ex presidente Liópez. Pues con la pena, pero los resultados están a la vista.

Más muertos

“Sinaloa, un mes: 149 homicidios, cierre de locales, saqueos, gente”. Este es el titular de la página diez de su periódico MILENIO en una nota del corresponsal Jorge Martínez. Se sabe, Los Mayos y Los Chapitos se declararon la guerra. El gobernador ha dicho que se trata de hechos aislados, no ata ni desata porque para empezar es sospechoso de complicidades con los capos del crimen organizado. Aquí sí hay un gobernador, pero sería preferible que no lo hubiera.

De mal en peor. ¿Y la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina? En fon.

Todo es muy raro, caracho, como diría Pessoa: “El misterio de las cosas, ¿dónde está? ¿Dónde está que no aparece para mostrarnos al menos qué es misterio? 

Gil s’en va


  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
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