A Gil se le pusieron los pelos de punta y punto: de acuerdo con una estimación hecha por su periódico El Universal en un reportaje de Alhelí Salgado basado en datos de solicitudes de información, el IMSS erogó 472 millones de pesos para la contratación de médicos cubanos.
El IMSS-Bienestar paga entre 45 mil y 60 mil pesos al mes a cada trabajador por la prestación de sus servicios. ¡Esto está de pinga!, habrían gritado los médicos cubanos si no fueran esclavos que reciben migajas mientras el gobierno de la isla o sus funcionarios se embolsan el dinero que les paga México. La reportera Salgado informa que los Servicios de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS-Bienestar), bajo la figura de colaboradores externos, contrató y consintió a médicos cubanos con traslados permanentes con chofer hasta sus unidades médicas, hospedaje seguro y permanente.
Y duro y dale con que la medicina cubana se encuentra entre las mejores de América Latina e incluso Estados Unidos, otro mito de los defensores de la dictadura. El IMSS-Bienestar desembolsó 272 millones 597 mil 678 pesos para pagar a nueve empresas diferentes por realizar este trabajo en 16 estados de la República Mexicana.
Profesionales de la salud
El servicio que se le ofrece a los “profesionales de la salud”, así les dicen, incluye hospedaje, alimentación y transporte terrestre para Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Colima, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Sinaloa, Puebla, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas. Todo esto ocurre mientras en los hospitales mexicanos se carece de los más elementales insumos. Si usted tiene un paciente en el Hospital General tiene que salir a comprar las medicinas y regresar con ellas. Lo dicho: una política sanitaria criminal.
Resulta que la justificación de la contratación (ción-ción) detalló que debido a que en la Jornada Nacional de Reclutamiento y Contratación para médicos y médicas especialistas, 2 mil 329 plazas de profesionales de la salud en zonas de alta y muy alta marginación no hubo postulaciones, el IMSS-Bienestar junto al gobierno federal estableció un convenio de cooperación en materia de salud con médicos especialistas de diversas disciplinas, a quienes define como “profesionales de la salud” para la atención de personas sin afiliación a las instituciones de seguridad social. De que no hay médicos (así, no le quiten el “de”) mexicanos: páguenles 50 mil pesos y verán si no hay médicos nacionales de primera.
La doctrina
Sí, despreocúpense, Gamés les va a creer. Hace poco tiempo el escritor y periodista Rubén Cortés contó que estos cubanos, ¿serán médicos?, se dedican, más que a atender enfermedades de zonas marginadas, a dar pláticas, es decir, adoctrinan a sus pacientes. Así es la cosa.
Las empresas contratadas por el IMSS-Bienestar llevan entre algodones a los revolucionarios cubanos, les cubren todos los gastos y necesidades. El hospedaje, que puede ser permanente o temporal, debe estar ubicado a una distancia no mayor a un kilómetro de la clínica que le fue asignada a los colaboradores y puede ser en hoteles, departamentos, casas, habitaciones individuales o habitaciones compartidas en caso de ser pareja. Debe contar con instalación eléctrica, hidráulica, sanitaria y de gas y estar equipado con cama por persona o compartida, armario, lavadora, microondas, sofá, televisor, lavamanos, baño, tarja, estufa, refrigerador y mesa con dos sillas.
Para alimentar a los “profesionales de la salud” se requiere una dieta de tres tiempos, el desayuno es entregado de las 8:00 hasta las 10:00 horas, tiene que incluir pan y cereales integrales. “(...) Lácteos bajos en grasa. (...) Frutas. (...) Alimentos proteínicos (...) y agua, té o café”. La comida se entrega desde las 14:00 horas hasta las 16:00 y debe incluir “verduras, proteínas, grasas saludables, vegetales y carbohidratos. (...) Agua, té o café”. Para la cena, que se entrega desde las 20:00 hasta las 22:00 horas, se incluye “una ración de proteínas acompañada de una ración de verduras, frutas o cereales, agua, té o café. (...) Debe ser saciante, pero de fácil digestión, además debe aportar un contenido calórico bajo y evitar excesos en grasas y azúcares”. Todo esto investigó Salgado.
¡Esto está de pinga!
Todo es muy raro caracho, como diría Max Frisch: “La utopía es un región cultural muy antigua sobre la cual no sabemos nada y de la que podemos imaginar todo lo que deseemos”.
Gil s’en va