Diciembre inicia y Gilga no se puede quejar del principio del fin de año. Estos días han sido pródigos con Gamés. Hay para dar y repartir. Para Gilga no ha sido fácil elegir las notas de esta página del fondo. Después de devanarse los sesos decidió así: “El Comité Ejecutivo Nacional del Movimiento de Regeneración Nacional finalizó la gira nacional que inició desde que asumieron los cargos en octubre de 2024. En el cierre, en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, Ciudad de México, Andrés Manuel López Beltrán emitió un mensaje que hizo pensar a la militancia en la posibilidad de que el hijo del ex presidente pudiera buscar la Jefatura de Gobierno”. Esta información la trae Gamés de Infobae y de una nota de Israel Aguilar.
El discurso flameaba: el secretario de Organización de Morena pidió que se conservara el legado de Andrés Manuel Liópez Obrador, su apá, que forjó durante su trayectoria política. No obstante, también se tomó un momento para refrendar su compromiso con la capital. Él nació en Tabasco, pero nada le hace: “Yo y mi familia seremos tabasqueños de nacimiento, pero nos consideramos chilangos por adopción y convicción. Esta ciudad nos dio todo y le debemos absolutamente todo. Por eso le dedicaré mi vida y siempre lucharé por su bienestar, pero sobre todo por los más pobres. Porque, como siempre nos enseñaron, amor con amor se paga ¡Viva la Ciudad de México!”.
Ah, chirriones, y no sobra agregar: humor con humor se paga. Si bien no mencionó de manera explícita su intención de contender por el cargo de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, lo que se ve y oye ni se pregunta.
Caravana y sombrero
Señores y señoras: nace una estrella. Recordemos que la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México fue el último cargo que desempeñó Andrés Manuel López Obrador entre el 2000 y el 2006, antes de convertirse en Presidente de México. De igual manera, fue el puesto de Claudia Sheinbaum antes de vencer a Xóchitl Gálvez en las elecciones del 2 de junio de 2024. Aiugoeeei. ¿Cómo la ven? Dicho esto sin la menor intención de un albur adivino.
Liópez Beltrán: “No se nos olvida que en esta misma plaza, hace 12 años, refrendamos, junto con Andrés Manuel López Obrador, nuestro compromiso de seguir luchando en contra del autoritarismo y por la democracia. Hicimos historia. Ganamos la presidencia de la República y con su gobierno se sentaron las bases de la Cuarta Transformación de la vida pública de México. Ahora el compromiso de todos (...) debe ser cuidar ese legado”.
¿Ganamos, kimosabi? Pero si para empezar Andy en 2006 andaba de antro, y bien hecho a sus 20 años; y en 2018 traía 32 años en la mochila. Y ya de plano haciendo sombrero con caravana ajena, o como se diga. Ya salvando a la República desde muy joven, muy Zarco, muy Altamirano, en fon. Es que de veras.
Los amigos de Yunes
“No está solo, no está solo”, posteó el presidente del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña, al publicar en redes sociales una fotografía en la que aparece junto con el senador veracruzano, Miguel Ángel Yunes Márquez, y el coordinador de Morena en la Cámara Alta, Adán Augusto López.
La nota de su periódico El Universal escrita por Víctor Gamboa cuenta que en la imagen se observa a los tres senadores a bordo de un vehículo en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, a donde viajaron para asistir a la toma de posesión de Eduardo Ramírez Aguilar como nuevo gobernador.
El rufián elegante, Gerardo Fernández Noroña, y el senador de fuste, fusta y mandoble, Adán Augusto López, defienden, faltaba más, a su compañero el senador Yunes que como recordarán el lectora y la lector (todos somos elles) traicionó a los senadores de oposición, luego de que votó a favor de la reforma judicial, lo que le valió la expulsión del PAN.
Si no tiene la culpa el indio, sino el que lo hizo compadre, no tiene la culpa Yunes sino el que lo hizo senador a él y suplente a papá Yunes. A Marko Cortés no le pasó por la cabeza que incluía en la lista nominal de los senadores del PAN a dos mequetrefes. Sólo Dios sabe si lo ignoraba, o si efectivamente sabía y le importó una almendra (más importante que un cacahuate).
Todo es muy raro, caracho, como diría, Edmund Burke: “No se puede planear el futuro según el pasado”.
Gil s’en va