Gil tirita y tarote. Las cosas que pasan en sus narices. La Asamblea Nacional de Nicaragua, controlada por el Frente Sandinista, aprobó este viernes una serie de reformas constitucionales impulsadas por el presidente de ese país, Daniel Ortega, y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo. Cuando les empieza a dar por cambiar la Constitución, cuidado. Así lo explica el portal de la BBC.
El ejecutivo de Ortega presentó la propuesta denominada “Ley de protección de los nicaragüenses ante sanciones y agresiones externas” el miércoles pasado ante el Parlamento, logrando un trámite legislativo ultraexpedito. La reforma afectará más de 100 artículos de la actual Constitución que el gobierno de Ortega ya ha enmendado en 12 ocasiones desde 2007, incluida una que le permitió ser reelegido de forma indefinida en el cargo. Ortega, de 79 años, lleva cuatro mandatos presidenciales consecutivos además de otro período anterior entre 1985 y 1990.
El anuncio de la reforma constitucional desató una oleada de críticas desde la oposición nicaragüense, cuyos líderes están en el exilio tras ser encarcelados y después desterrados en 2023.
Si la lectora y el lector no están convencidos de que el poder absoluto enloquece, aquí recibirá algunas pruebas de lo contrario.
1. Copresidencia. La reforma del artículo 133 oficializa la figura de la “copresidencia”, estableciendo que el Poder Ejecutivo estará integrado por un copresidente (Daniel Ortega) y una copresidenta (Rosario Murillo). Preciosa pareja, medita Gamés. A partes iguales. La misma reforma dice que ante el fallecimiento de uno de los copresidentes, asume y mantiene la presidencia quien sobreviva de los dos. La creación de las figuras de copresidente y copresidenta garantiza la sucesión dinástica, proyectando al hijo de la pareja, Laureano Ortega Murillo, como su sucesor. El hijo del emperador. Pobre Gilga, hay cosas que no le entran en la cabeza.
2. Se extiende el período presidencial. El período presidencial en Nicaragua es de cinco años y así ha sido desde 1997. Pero con la reforma el gobierno extiende el actual período presidencial por un año, expresando en el artículo 135 que “el copresidente y la copresidenta ejercerán sus funciones por un período de seis años, que se contará a partir de su toma de posesión”.
Dentro de ese período, los copresidentes “gozarán de inmunidad de conformidad con la ley” y tendrán la opción a la reelección indefinida.
Demócratas
3. Poder único. La reforma elimina la separación de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El artículo 132 reformado expresa: “La presidencia de la República dirige al Gobierno y como jefatura del Estado coordina a los órganos legislativo, judicial, electoral, de control y fiscalización, regionales y municipales, en cumplimiento de los intereses supremos del pueblo nicaragüense y de lo establecido en la presente Constitución”.
Gil meditó: Cómodo, Domiciano y Heliogábalo fueron unos demócratas comparados con estos dos nicaragüenses.
Nombrar y cesar ministros
La pareja presidencial se adjudica el derecho a nombrar y cesar ministros, viceministros, procuradores, directores de entes autónomos y gubernamentales”. Además, les prohíben postularse a la presidencia a centenares de opositores despojados de su nacionalidad nicaragüense.
4. Policía "voluntaria". A través del artículo 97 reformado se crea un “cuerpo auxiliar” integrado por ciudadanos y ciudadanas nicaragüenses que prestan un servicio “de apoyo a la Policía Nacional” de forma voluntaria. Se le ha llamado “Policía Voluntaria”, un término que el gobierno utilizó por primera vez en 2018 para denominar a los paramilitares que reprimieron con fuego las protestas contra el gobierno entre abril y julio de ese año, dejando más de 350 muertos y miles de heridos, según organizaciones de derechos humanos. La presidencia “podrá ordenar la intervención del ejército de Nicaragua en apoyo a la Policía Nacional, cuando la estabilidad de la República lo requiera”. Según entiende Gil, los copresidentes movilizaran al ejército cuando les venga en gana.
5. Nuevo símbolo patrio. Además de la bandera azul y blanca, el himno nacional y el escudo nacional, el artículo 13 añade a la bandera rojinegra del Frente Sandinista de Liberación Nacional como símbolo patrio. Desde su fundación, el FSLN se ha transformado de un movimiento revolucionario que derrocó la dictadura de Anastasio Somoza, pasando por un partido político tradicional, hasta terminar como una agrupación bajo el liderazgo autoritario de Ortega y Murillo.
Gilga no tiene la menor duda de que esta izquierda tocará el cielo. Y a todo esto, ¿no se estilaba antes un comunicado del gobierno en respuesta a los dislates de los emperadores?
Todo es muy raro, caracho, como diría Piolín: “Por aquí ha pasado un hermoso gatito”.
Gil s’en va