Todo mundo ha olvidado a Enrique Peña Nieto. Una vez que le entregó el poder a Liópez al día siguiente de la elección de junio de 2018 y salvó el pellejo, se hizo humo. El ex presidente Liópez lo hizo invisible mientras infamaba a diestra y siniestra a empresarios, intelectuales, periodistas, a todos los que consideraba sus adversarios. Mientras tanto, Peña se daba la gran vida en España con su novia Tania Ruiz. Muy pocas veces se dijo en el nuevo gobierno que Peña había encabezado el sexenio más corrupto de los últimos tiempos, que sus gobernadores resultaron una banda de cuatreros. En fin, el pacto de silencio entre Liópez y Peña salió a pedir de boca.
Se ha viralizado (gran verbo) en las redes sociales una fotografía donde aparece Peña con su actual pareja, una bella mujer de origen lituano. ¿Cómo ven a Gil en el papel de Paty Chapoy y Pepito Origel al mismo tiempo?
Sigamos la escuela Chapoy-Origel: A un año de terminar con Tania Ruiz, el ex presidente Peña tiene un nuevo amor (...) una bella mujer que ha conquistado su corazón, hasta el momento se sabe que es de Lituania y vive en el viejo continente. ¿Cómo escribe Gil de asuntos de la socialité? La verdad, bien, no sean envidiosos.
La gran vida
Así las casas (Bartlett, vuelve, como estés, como sea, que a nadie le importa…), mientras el intocado Peña se daba la gran vida en España con su novia Tania, que lo desplumó y voló a otros cielos, de este lado del mundo dejó al país que gobernó en manos de un grupo que destruyó a la democracia mexicana. No sólo él, también sus secretarios de Estado que también salieron como alma que lleva el diablo. Otros se escondieron debajo de la cama y algunos se incorporaron a Morena.
Ahora mal sin bien: se sabe que Peña es noviero. Tania Ruiz ha salido de su vida y ha entrado una lituana que es un sueño envuelto en Gucci, Hermès, Vuitton. Además tiene un gran nombre: Simona. Ella tiene 37 años y él 58, perfecta edad para los sueños del amor y los laberintos de la pasión.
En marzo de 2024 Univision dio a conocer en Despierta América que este hombre tan insignificante como millonario, y miren que es muy insignificante, había iniciado un romance con una mujer europea. La relación va viento en popa, a juzgar por la imagen compartida en las redes sociales donde se les ve a ambos juntos y muy cariñosos.
Chapoy y Origel inspiran de nuevo a Gilga: Se conocen pocos datos sobre la mujer, quien es originaria de la República de Lituania, uno de los veintisiete Estados soberanos que conforman la Unión Europea. Según reportes, Simona vive con Enrique Peña Nieto en España, probablemente en Madrid, donde el ex presidente se ha asentado desde hace algunos años.
Mejor, imposible
Gilga cerrará esta nota de sociales con un disparo en el concierto: este grandísimo sinvergüenza, este pillo de mil suelas es feliz. En realidad la frivolidad lo salvó, como es un hombre vacío no tiene nada que defender, salvo sus corbatas, que las tiene y muy bonitas; y ni qué decir de sus trajes impecables. Pues bien, este sujeto vive como un sultán en Madrid sin amenaza alguna, mira crecer el pelo de sus alfombras persas, viaja sin descanso, bebe champaña; mejor, imposible.
Esta vida ideal se la debe Peña al ex presidente Liópez, con quien es perfectamente dable pensar que realizó el pacto de silencio al que se refirió Gilga al empezar esta entrega. Cómo persiguió la corrupción Liópez, Gil no da crédito y cobranza, que bárbaro, no dejó pasar una sola mano larga. En este momento, los espíritus de Chapoy y Origel abandonan a Gil y este se convierte de nuevo en el gacetillero de esta página del fondo que acusa fatiga de metal, un tunde máquinas agobiado por el año que se va como dedo entre las aguas.
Todo es muy raro, caracho, como diría Chamfort: “Vano quiere decir vacío; es tan ruin la vanidad que para afrentarla basta llamarla por su propio nombre”.
Gil s’en va