Se nos viene la noche

Ciudad de México /

¿Ha comido usted quesadillas de optimismo y autoengaño? Gil caminaba sobre la duela de cedro blanco con las manos entrelazadas en la espalda. Recoger el periódico donde lo depositan los repartidores puede convertirse en un acto autodestructivo. Gilga le pone el dedo al periódico del día, si quema, ni lo abre.

La primera mala noticia del día apareció en su periódico El Financiero: “Ven expertos difícil bajar el déficit fiscal y crecer 3% en 2025”. El asunto es así: “El Paquete Económico de 2025 plantea una reducción del déficit fiscal de 5.9 a 3.9 por ciento, pero expertos alertaron que será difícil si los ingresos proyectados se quedan cortos con el pronóstico optimista de crecimiento. Los expertos ven muy difícil que el crecimiento sea de entre 2 y 3, sobre todo en el primer año de administración con recorte al gasto”. Por estas razones de los expertos, Héctor Aguilar escribió en su “Día con Día” que el presupuesto estaba muy pre- supuesto, demasiado pre-pre supuesto, caviló Gil, frente a una quesadilla de optimismo y autoengaño. Me da una orden de 6 por favor.

Enrique Quintana, gurú económico de Gamés, explica en su columna “Coordenadas” que la estimación del Presupuesto se hizo basada en 2.3 de crecimiento, “en contraste, la Encuesta de Banxico entre especialistas del sector privado marca 1.17 y la de Citibanamex marca un crecimiento de 1.0%”. Gil añade este dato económico fundamental: alguien aquí se empacha de quesadillas de optimismo y autoengaño. Un grito desgarrador hizo añicos el silencio del amplísimo estudio: Ay, mis hijos, estamos en el lomo de un venado. Y cuando llegue Trump, todos estos pronósticos podrían modificarse. Comuníqueme con Rogelio. ¿Roger? ¿Estás preparado para que nos demos de frente con el tren en un túnel oscuro?

La otra mano de piedra

Gil decía ayer que no los quería asustar con las declaraciones de Doug Ford, primer ministro de Ontario, en las cuales propone dejar fuera a México del T-MEC. Pues Gamés ahora sí los quiere asustar: Trump ha confirmado su amenaza de declarar una emergencia nacional en la frontera con México y utilizar a las fuerzas armadas para ejecutar sus planes de deportación masiva. Los primeros funcionarios designados para tareas migratorias anunciaron que las deportaciones iniciarán con más de un millón 300 mil personas que enfrentan órdenes de deportación pendientes y con más de 400 mil migrantes con antecedentes criminales.

La vocera del equipo de transición de Trump dijo esto: “El pueblo estadunidense reeligió al presidente Trump por un margen rotundo, lo que le dio el mandato de cumplir las promesas que hizo durante la campaña electoral, como deportar a los delincuentes inmigrantes y restaurar nuestra grandeza económica”. Imaginen si así habla la vocera, cómo hablara el presidente. Por cierto, los académicos de la UNAM coinciden en que México debe estar preparado para deportaciones masivas.

El cascarón

Así le llamaba Beckett al mundo: el cascarón. En eso pensó Gil cuando se enteró de las noticias: la televisión estatal rusa mostró los países de Europa que serán atacados con armas nucleares si, en caso extremo, como lo anunció Putin, la guerra se intensifica. Putin dio luz verde y autoriza una reacción nuclear ante un ataque convencional. Dicen los que saben que esta crisis recuerda por su gravedad a la de los misiles cubanos de 1962. Gamés considera que la disuasión se mantendrá, pero qué fuerte se llevan estos señores, juegan a las manos y en ellas está el futuro del cascarón. En una de esas se les pasa la mano y hasta luego, buenas noches.

Volteriano

Lean esto, por favor: “Lo más volteriano en mí, lo más noblemente volteriano, es la pasión por la tolerancia, el aborrecimiento del autoritarismo y de los fanáticos, el asco por la clericanalla, la convicción de que procurar más felicidad a los hombres por vía racional es uno de los papeles que la reflexión filosófica cumple en la comunidad (…) qué quieren los hombres y cómo pueden actuar de acuerdo con su querer”. Este párrafo le pertenece a Fernando Savater. 

Gil s’en va


  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
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