Días patrios

Ciudad de México /

Decía Luis González de Alba, gran colaborador de MILENIO, a quien es difícil no extrañar en estos días, que mal debía estar un país que empezaba su historia con una mentira.

Como sabe todo buen creyente de la historia patria, la independencia de México se debe a la rebelión iniciada por el cura Miguel Hidalgo y Costilla, en la madrugada del 15 de septiembre de 1810, cuando el dicho cura dio el Grito de Independencia, en su parroquia de Dolores.

La rebelión fue continuada después por otro cura patriota, José María Morelos y Pavón.

Hidalgo fue derrotado y fusilado en 1811. Morelos, en 1815.

Pero México logró su independencia hasta 1821, bajo el mando del entonces caudillo nacional Agustín de Iturbide, quien negoció y firmó el acta de independencia.

Iturbide no solo no continuó las rebeliones de Hidalgo y Morelos, sino que las combatió ferozmente, como militar, a nombre de la corona española y de las autoridades de la Nueva España.

De modo que los padres de la patria no sólo no lograron la independencia, sino que fueron derrotados, entre otros, por Iturbide, quien unió al país y firmó el acta de independencia de 1821

Las rebeliones de Hidalgo y Morelos sólo triunfaron después, en los libros de texto de la historia patria.

La historia patria se tropieza siempre con esta misma piedra: su independencia no tuvo lugar en 1810 sino en 1821, y quien la logró fue Iturbide, no Hidalgo ni Morelos.

Para saltar la piedra, alguien inventó que la Independencia de México es una obra en dos actos: la iniciación heroica de 1810 y la “consumación” burocrática de 1821.

Quienes creemos que la iniciación fue un fracaso y la consumación un éxito, cometemos sacrilegio de leso patriotismo.

La consagración de Hidalgo como Padre de la Patria es una de las grandes transfiguraciones simbólicas de nuestra historia, de nuestros políticos y de nuestros historiadores.

Hace años, en estas mismas páginas, hice el ejercicio de seguir esas transfiguraciones, de la mano del historiador Edmundo O’Gorman, quien las leyó y las explicó mejor que nadie.

Repetiré el ejercicio en los dias patrios que siguen, por la sencilla razón de que es fascinante.

  • Héctor Aguilar Camín
  • hector.aguilarcamin@milenio.com
  • Escritor, historiador, director de la Revista Nexos, publica Día con día en Milenio de lunes a viernes
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