El teatro se alimenta de todo lo que encuentra a su alrededor. Se construye a partir de historias ficticias, biografías, canciones, hechos periodísticos, obras literarias… todo puede convertirse en materia prima adecuada, cuando hay un concepto claro, interesante, realizable, creativo…
Y si de creatividad se trata el mejor ejemplo es CLUE, el juego de la sospecha, un montaje que se acaba de estrenar y es, sin exagerar, una suma de aciertos que constituyen una propuesta escénica única, diferente, y, sobre todo, ¡ingeniosísima y divertidísima!
Se trata de la versión teatral del mundialmente popular juego de mesa, que nació en Inglaterra en 1948, y cuyo nombre original era Cluedo, de la palabra en inglés Clue, que es pista o indicio, y del vocablo latín ludo, que significa juego y que al pasar al mercado de EUA se popularizó como Clue.
En 1985, la trama sirvió de base para una película que hoy es considerada de culto, y que a su vez es la inspiración para la versión teatral que se estrenó en Broadway, y que ahora llega a nuestro país en una propuesta enteramente diseñada en México, para la cual los elogios se quedan cortos.
He aquí estos botones de muestra:
Escrita por Sandy Rustin a partir del guion de Jonathan Lynn, la trama sucede en una vieja mansión a la que llegan seis invitados que han sido convocados por el señor Cadavery, quien en extrañas circunstancias es asesinado. Entonces todos los presentes se vuelven sospechosos, y…
El juego de mesa consiste en que los participantes deduzcan quién lo mató, en qué parte de la casa y con qué arma.
La genialidad de esta puesta en escena inicia desde la traducción y adaptación del texto, realizado por Paula Zelaya Cervantes, quien hace un trabajo brillante acercando cada uno de los diálogos, situaciones, chistes, retruécanos a la realidad nacional. Cada palabra es perfecta en su lugar y el público conecta con cada segundo de la puesta en escena.
Y esa genialidad estalla en el escenario en un montaje comandado por Rafa Maza, quien pese a su juventud tiene ya una trayectoria muy amplia y sólida en la dirección escénica.
Esta propuesta de Rafa (y los creativos que lo idearon encabezados por Fran Escárcega y Pamela Vidal) se acerca enormemente al juego de mesa. Y verla es como abrir la caja del mismo y encontrarse con un enorme tablero que mágicamente cobra vida.
Para lograrlo, hay que aplaudir el talento de Emilio Zurita (escenografía), Estela Fagoaga (vestuario), Regina Morales (iluminación), Édgar Ibarra (música original), Josué Guzmán (audio)…
El montaje es realmente vertiginoso. No da tregua al público que entra rápidamente al juego (nunca mejor aplicado) y se divierte cada segundo siguiendo las pistas para descubrir quién es el asesino.
Parte esencial es, evidentemente, el elenco, que por cierto es por duplicado, pues para cada personaje hay dos intérpretes.
No hay uno mejor que otro, cada uno con su estilo, con sus recursos, con su personalidad saca el mayor provecho posible a cada segundo de la obra. He tenido la oportunidad de ver a todos los actores que se combinan aleatoriamente y por ello cada función es distinta.
Ellos son Daniel Bretón, José Ramón Berganza, Adriana del Río, Ana Sofía Quintanilla, Arturo Echeverría, Carla Medina, Carlos Pulido, Diego Cossío Vega, Diego Llamazares, Elsy Reyes, Ervey Ortegón, Fer Villa, Jorge Escandón, Juan Cristóbal Castillo, Laura Jerkov, Leslie Martínez, Luis Fernando Zárate, Luis Koellar, Melina D’Angelo, Melissa Hallivis, Rebeca Manríquez y Tanya Valenzuela.
¡Bravo, bravo, bravo a cada uno de ellos!
Da mucho gusto, y por supuesto orgullo, ver un montaje enteramente creado en nuestro país; y oble gusto saber que Morris Gilbert, el productor, arranca con este montaje sus festejos por 50 años en esta tarea, de la cual es decano en nuestro país.
CLUE, el juego de la sospecha, una de esas propuestas escénicas de las que sale uno completamente satisfecho, contento y feliz…. Lo cual siempre se agradece enormemente y más estos días.
CLUE, El juego de la sospecha se presenta jueves 20 horas, viernes 19 y 21:30, sábados 18 y 20:30, domingos a las 17 y 19 horas; en el teatro Centenario Coyoacán.