Quienes no lo conocían, que eran la mayoría de los 6 millones 583 mil 278 habitantes del estado de Puebla, ahora ya saben que en el Congreso despacha un diputado local que responde al nombre de Andrés Iván Villegas Mendoza que es, además, presidente del Consejo Estatal de Morena.
Presentar la iniciativa de decreto por el que se expide la Ley de Derechos para el Libre Ejercicio del Periodismo en el Estado de Puebla le trajo reflectores, sí, aunque de esos que dejan huella negativa en el historial político.
Si la idea fue suya y quería que hablaran de él, eligió la ruta más fácil: que hablen mal, pero que hablen de él. Si, como dice, hubo quienes lo asesoraron, debiera revisar la lista de quienes le rodean y, quizá, le cobran, porque lo lanzaron sin protección al ruedo.
Dicho de otra forma: es posible que tenga el enemigo en casa y que de una forma tan simple lo hayan orillado a presentar una propuesta que lo saca de la jugada para futuras elecciones: difícilmente podrá revertir la idea de que lo suyo es la opacidad y la censura disfrazada de las formas en las que se debe desempeñar la profesión de periodismo.
A estas alturas todos sabemos que en el fondo lo que buscan iniciativas como la suya, cualquiera que sea el partido, es controlar a los periodistas con medidas directas o indirectas de censura.
Tanta es la novatez política mostrada por Villegas Mendoza que sin retirarle el apoyo su correligionaria y líder del Congreso, Laura Artemisa García Chávez, le recordó que puede mejorar y socializar la iniciativa que presentó. Ajá, hubo pasos que cándidamente se saltó… ¿por falta de asesoría?
Vamos, ¿nadie le pudo decir que al poder político le resulta más fácil y atractivo pactar con los dueños de los medios que limitar en la ley el poder que implica tener información? No está mal que sus asesores se tomen el tiempo necesario para, entre mucha otra bibliografía, revisar los textos que sobre la cláusula de conciencia escribieron periodistas de la talla de Bonifacio de la Cuadra. De momento, con la información disponible, parece que alguien se lo chamaqueó.
Al Margen
No está demás recordar que en su sexenio el ex presidente priista Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) envió al Congreso una propuesta de reformas al Código Civil en las que pretendía poner límites a las críticas. ¿Cómo?, fácil: creaba una figura jurídica para proteger el prestigio, la vida privada y el patrimonio moral de los individuos. ¿Intentos?, varios… porque es demasiada la tentación autoritaria.