Al cumplirse dos meses de la gestión del presidente Donald Trump, las estadísticas de acciones contra los migrantes se mantienen en niveles de administraciones pasadas; sin embargo, se presenta un mayor nivel de tensión.
Fue el pasado 20 de enero cuando el integrante del Republicano asumió el poder y, desde entonces, una parte importante de la comunidad migrante vive asustada y con temor.
De acuerdo con análisis realizado por Guillermo Yrizar Barbosa, investigador del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana Puebla, el mandatario norteamericano se caracteriza por alardear y, hasta cierto punto se caracteriza por “mucho ruido y pocas nueces”.
Los datos disponibles sobre deportaciones masivas no arrojan tendencias que se salgan del rango, lo cual no quiere decir, que la gente no esté asustada, no esté preocupada y que no haya casos de deportaciones ni de división de familias.
En estos dos meses de gestión de Donald Trump, México se está colocando como un muro de contención contra el paso de migrantes hacia Estados Unidos, es decir, está actuando como un muro.
“México cada vez es más este muro humano de contención migratoria. Hay espacios humanitarios no muy lejos de aquí, en Puebla y en Tlaxcala, pero incluso en espacios como la Ciudad de México, en Guadalajara, en Monterrey, donde la población está atrapada. Hay efecto que se llamada de atrapamiento por las políticas de contención y disuasión que se están aplicando. Trump sí ha logrado impedir el paso de personas por nuestro país, obviamente, bajo amenazas”, explicó el investigador.
Ante el panorama, es fundamental entender que la migración es un derecho humano y un proceso que enriquece a las sociedades, tanto a las comunidades de origen como a las de destino, e incluso a las de paso.
Como lo establece la “Agenda Institucional: De la reflexión a la acción” de la Ibero Puebla, es necesario un conjunto de políticas a nivel nacional, estatal y municipal que garantice la seguridad, combata la discriminación y genere la infraestructura y los servicios que demanda una población creciente. “La migración y los migrantes no deben ser vistos en ningún caso como enemigos o amenaza”.