De los creadores de “Los comunistas de la Cuatroté te van a quitar hasta los tacos de suaperro”, aparecen los émulos del Saco de Pus -el calderonicolita de Javier Lozano- gritando a los cuatro vientos que el gobierno de la presidenta Sheinbaum se va a robar el Infonavit. Ya saben, los ojos desorbitados, echando humo por las orejas y salivando durísimo.
Como cuando aseguraron que a AMLO le habían sacado el corazón o que no iba a acabar ni los aeropuertos, los trenes o Dos Bocas, ni que habían salido casi 10 millones de la pobreza. Hasta que la realidad dejó a la derechairiza con un palmo de narices, con la debida confirmación de organismos internacionales para nada soviéticos como la OCDE.
Son como los libros de Luz Elena Chávez o de Anabel Hernández, que no traen nada de sustancia y menos datos duros o alguna prueba.
Y cuando se desenmascaran las mentirijillas nada piadosas de la oposición, huyen como el perredista ex alcalde de Plátanos, en el Edomex, cuando lo iban a agarrar en la operación Enjambre. Esto, no sin antes autodenominarse de manera tan recurrente como cursi y aburrida, perseguidos políticos.
Eso en el mejor de los casos, otros nomás se agachan y se van de lado, querido amigui, con los tuits donde aseguraban como Chumel Torres, Lore y Brozo -el Trujillo Tenebroso pero ultraderechoso-, que México se convertiría en un apocalipshit.
Por supuesto, no les gusta a los del sector opositora la Reforma al Infonavit porque se le acaba el bisne al Cartel Inmobiliario del PAN, el contubernio con la Loca Academia de Notarios y las constructoras que se metían millones construyendo condóminos para liliputienses en parajes alejados de la mano de Dios, muchos de los cuales están más abandonados que los hospitales de Calderón y Peña que se quedaron en obra negra.
El más simpático luchador contra las causas del Infonavit, es Ricardito Anaya. Ese notable profesional de la graciosa huida, el candidato que quiso ser presidente de un país que no conocía -y sigue sin conocer- que no está contra la Reforma, siempre que la dirija Jojojorge Robero de Terrenos para que lo ayude a construir su sueño dorado, un paraíso donde mi Riqui pueda ejercer su derecho al milagro de la reproducción de naves industriales. Con razón López Obrador, cuando él se acercaba, escondía su cartera.
La derecha se quiere hacer pasar por Supermán como Milei, cuando en realidad es como Doomsday Penchyna, dicen que el verdadero amo de los atracos en el Infonavit.