Afirma el Noroñas que en el muy dudoso caso de que regresen los derechairos al poder, meterían sin dudar a toda la izquierda a la cárcel. No creo, se ve que son gente ni resentida ni frustrada. Aunque les va del nabo, siempre se les ve entusiastas, alegres y contentos cada vez que, disfrazados de Pinky y Cerebro, salen a conquistar el mundo.
Bueno, son tan lindas personitas que se conmovieron mucho con el discurso que dio el expresichente Calderón en un Madrid que no piensa mucho en ti, lleno de melodramas derechosúaricos, mientras elogiaba a la otra España, la que huele a Vox, Borbón y Peña, y hacía un llamado a “no anclarse en las sombras de los resentimientos” (No se rían). Me dicen que ante esas sentidas palabras, Ciro Gómez Leyva aplaudió tal ejercicio tan encantadoramente demagógico, no sabía si ir a llorar a la Estafa de Luz o a la media barda de la refinería que nunca jamás existió.
Algo que de tan sentimental solo puede ser comparado con el líder moral del Frente Cínico Nacional, Acosta Naranjo (al que pueden recordar por películas como “El PRD murió, murió, murió”) afirma que en su nuevo partido “No somos ni de izquierda ni de derecha”, sino todo lo contrario como diría Echeverría. Así, busca repetir algo que demostró su inutilidad y su mal gusto: un frente opositor con Xóchitl, el PAN y el PRI. Hay gente que quiere hacer siempre lo mismo para seguir sufriendo derrotas. Solo les falta a los opositores perder 4 mil millones de pesos en la bolsa como cierto plutócrata que no quiere pagar impuestos.
Acosta Guadaña -que junta menos gente que el algoritmo de Ferriz y la ministra Piña juntos- hubiera tenido más rating si, al estilo del expresichente Salinas de Gortari, se declaraba desempleado dedicado a la reflexión de temas históricos (y al atraco en despoblado, supongo), desprovisto de pensión. Sé que no se ríen ni lo volverían a hacer.
O sea, en la oposición son tan centrados que ya comienzan a tener brotes medio psicóticos: mandaron a provocadores a intimidar sin éxito a Sabina Berman y a Taibo II en la FIL de Guadalajara que, aunque es muy de derechas, los organizadores podrían tratar de impedir esos ejercicios de intolerancia. Cómo estarán de desesperados, que el prianchuchismo también envió a sus patitas de molcajete a demeritar a Diego Rivera y a García Márquez por rojillos. De Cien años de soledad dicen que es “larga, enredada, débil y aburrida”. Parece que describen la campaña de Lady X. O las ideas de Trudeau.