Muchos resentidos sociales que no viven ni aman ser súbditos whitexicanistas del Mirrey de España (la que huele a VOX, atraco y Peña) piensan que es un viejo guango por ir a la Valencia arrasada, acompañado de un séquito y de guaruras para que no se fuera a ensuciar la investidura borbónica, en vez de traer los apoyos que les ha negado a los valencianos gobiernos del Partido Popular (el PRIAN ibérico). Pardiez, aunque es increíble que la gente esté un poquito molesta porque sus majestades y bufones ultraderechosos se quedaron más pasmados De la Madrid en el terremoto del 85. Muy raro que los damnificados salieran a reclamar en vez postrarse ante el Mirrey.
Lindo que ante los aireados reclamos, el Mirrey respondió con un empático “Pues si prefieren me regreso a Madrid”. Como no me lo adoraron como se merece, ya se quería ir con Krauze y sus amiguis para que lo apapachararan y lo veneraran a la altura de sus obsesiones. En el eje prianístico-xochilesco-piñatero hay más adoradores wanabís de la monarquía que de la Constitución. Aunque allá tienen sus Kinky Téllez, Ferrices, Alazrakis y Rabadanes, los de aquí están muy prendidos.
El pobrecito de Alcántara Guagancó no sabía si dar un golpe de estado con el exministro José Ramón Vacío, o amparar a don Felipe ante tanto barbaján que quería que se ensuciara las babuchas apoyando a los malagradecidos. Alititito Moreno estuvo a punto de ir gritonearles como al Noroñas.
Lo bonito fue que el Mirrey abrazó víctimas para la foto, lo cual será muy lucidor en su Instagram y en los medios españoles que lo tratan como un héroe por aguantarse las ganas de mandar a la picota a los infieles que no supieron valorar el papel higiénico que, a lo Trump en Puerto Rico, quiso repartir entre los pedigüeños. Cuentan que Markititito Cortés frente a la hecatombe, pidió unas notarías.
Seguramente todas esta tardanza y abulia gubernamental de la derecha del PP, fue a propósito para que el pueblo pudiera experimentar la superación personal. Pero todo indica que a los derechairos se les pasó la mano y hora el pueblo sabe que no necesitan ni de borbones, ni de peso es ni de pepés para salir adelante.
Cala que no se reconozca las asesorías de Calderón, Peña y Salinas a la corona, el presichente Sánchez y al gober precioso de la zona, Carlos Mazón, para convertir una tragedia social en un ejercicio retórico, cosmético y politiquero. Ante tanta solidaridad, es extraño haya quien quiera desaparecer a la monarquía.