No es por intrigar, pero no estaría mal que por una vez en la vida la tropa loca del sector opositors debería de hacerle caso a mi licenciado Peña y romper los paradigmas guangos que tanto adoran. Si no les ha funcionado asegurar que esto ya es comunismo, que la Cuatroté va a robarse todo, que esto es Venezuela en su versión más soviética y cubanoide, pues quizá sea tiempo de dejar de jugarle al ensarapado. Así, repetir con la reforma del Infonavit el ridículo que hicieron con la reforma al Poder Perjudicial es un camino directo al infierno del ridículo donde todo indica que les fascina chapotear.
Cómo estará de pútrida la cosa que el Frente Cínico Nacional de don Cucaracho, Acosta Naranjo, y su flota de papitas de molcajete convocan a los mismos ultraderechairos de siempre para defender al Infonavit saqueado por funcionarios peñistas-foxistas-calderonicolitas, los apetitos de la Loca Academia de Notarios, constructoras cómplices y el cártel inmobiliario del PAN. Según ha revelado Octavio Romero Oropeza, todo estaba tan bien armado en ese contubernio que podían vender una misma casa chorromil veces.
Y lo mejor es que a pesar de tanta trácala documentada, hasta los premiaban con más recursos. Lo mejor es el sindicato megacharro de la institución cuyo líder, Rafael Riva Palacio, se formó con Fidel Velázquez, lleva más tiempo en el poder que Tutankamón en su sarcófago, tiene relaciones con las constructoras y gana más lana que la delantera del América.
Y los trabajadores, no faltaba más, estaban condenados a pagar por un departamento de interés social en casa de la chifosca mosca, casi como si estuviera ubicado en Santa Fake. Por supuesto, a la mejor provocación arrebataban esas propiedades para seguir medrando con ellas por los siglos de los siglos. Una cosa muy bonita que tiene a los panistas encabezados por Jojojorge Robero de Terrenos al borde de un ataque de nervios y por eso están vueltos locos atacando la reforma, acusándola de comunista.
Hay que reconocer que Alazraki y los paleros de Alazraki, sobre todo cuando invitan a la sobrina consentida de Calderón, saben cómo hacernos reír a carcajadas como en las mascaradas.
Digo, qué necesidad, diría mi Juanga, de andar haciendo perros osos en el Congreso, en los debates defendiendo al Infonavit como si fuera un vapeador libertario, cuando en realidad es pior que la Tremenda Corte piñatizada. Si a la Opo se le quitara la infonavitis aguda, perderán bisnes pero ganará algunos aplausos.