El humor involuntario es de quien lo trabaja; y si alguien lo ha trabajado con mayor ahínco en ello es el sector opositors. Ahí tenemos a los derechosos que, después de luchar por Lady X y la ministra Piña, salen a marchar en defensa de los vapers es sublime. Sobre todo cuando se apropian de una de las clásicas frases de López Obrador: “Prohibido prohibir”.
O sea, el vaper, un artefacto diseñado para consolidar la adicción al cigarro y cuyos componentes químicos están prácticamente al nivel de un raticida, de pronto es convertido por personajes como Riqui Riquín Canallín en un símbolo de rebeldía. Los mismos que apoyaron dogmáticamente la Narcoguerra de Calderón, que han hecho del prohibicionismo una forma de vida, son los mismos que ahora andan con mantas y pancartas en la lucha combativa por los vapers. Les digo, rato van a dar la batalla por el Sarcoma de Kaposi.
La derechairiza, que rechaza todos los programas sociales, que apoya a los plutócratas que no quieren pagar impuestos, que está a favor del neoliberalismo más salvaje y explotador, que le pone un altar a los salarios hambre y que ejerce con avaricia su derecho al clasismo, la intolerancia y el racismo, ha puesto al los vapeadores al nivel del “Patria o muerte, venceremos”.
¡A la madre, saquen para andar iguales!
Algo que en toda su cursilería y ridiculez solo se puede comparar con el viejo tuit donde la Kinky Téllez del pasado se ponen en contradicción con la Kinky Téllez del presente. Muy peleonera y en solitario se fue contra la letra “A” de presidenta con su furia de titanes y de pronto aparece un viejo video en el que anuncia que quiere ser “presidenta” por el bien de los mexicanos. No se rían. Siempre hay un tuit.
Y luego grita a los cuatro vientos que no tiene la prepa trunca, pero con faltas de ortografía y sin mostrar prueba alguna.
Está como Alititito Moreno que, también, aparece muy salsa contra la Cuatroté sintiéndose el Púas Olivares del PRIcámbrico temprano, cuando en realidad no le llega ni a Kahwagi.
Pobrecita mi Kinky Téllez, nadie le explicó aquel viejo adagio que reza, antes de tuitearlo hay que pensarlo muy bien. Lo bueno para ella es que estuvo más gacha la foto de las priistas Chayito Robles y su hija con Acosta el Cucaracho Naranjo, en el Frente Cínico Nacional.
Así, vemos que la beligerante Téllez que se ha peleado contra la 4T, la presidenta Sheinbaum y el comunismo internacional, logró su lucha de gigantes mayor: Kinky vs Kinky.