New Fake Times again

Ciudad de México /

En un ejercicio de investigación periodística superior inspirada en los montajes de García Luna Productions y Carlitos Loret se Autoinmola, los reporteros del New York Times que seguramente tomaron un curso propedéutico en materia de libelos con Cascabel Hernández, publicaron un reportaje sobre un laboratorio de fentanilo en Culiacán, Sinaloa, que le rinde un muy claro homenaje a los clásicos laboratorios de Dexter, El Santo y el doctor Chunga.

Así, para apuntalar un trabajo documental que parece video home del Güero Castro, se puede ver un equipo científico como de Juguetes Mi Alegría, cierta clase de reactivos purulentos como extraídos con fórceps de un puesto de tacos de cochinada y un personal de película de los hermanos Almada.

A mí, sinceramente, me gustó este contenido del NYT porque casi ni parece hechizo, pero que lamentablemente solo ha sido aplaudido por Javier Lozano, el conocido Saco de Pus de los Paleros de Alazraki. Esto, por supuesto, desprestigia más que ayuda al trabajo del periódico neoyokino que, de por sí, ha dejado un rastro de atentados al periodismo con la cobertura que ha hecho en México, pero sobre todo en la Franja de Gaza. Ya saben, casi casi que los niños palestinos se suicidan solo para amolar a Netanyahu.

A lo mejor los reporteros de tan legendaria publicación podrían preparar reportajes con más empaque que respondan a preguntas del tipo: ¿Por qué la gobernadora panista de Chihuahua, Maru Krampus, prefirió gastar más de un millón de pesos para remodelar su oficina (¿quién será su diseñadora, Sandra Baticuevas?) y rebajarle el presupuesto a salud y educación? ¿Por qué antes de echarse a correr el sobrevalorado Instituto Federal de Telecomunicaciones estuvo repartiendo concesiones como Markitititito Cortés intercambia notarías por secretarías? ¿Por qué por enésima vez el Moreira Malo anuncia que esto se está convirtiendo en una dictadura, cuando la verdadera dictadura priista la encabeza junto con Alitititito Moreno? ¿Por qué algunos plutócratas no quieren pagar impuestos, se hacen las vístimas, amenazan a sus críticos y se sienten los hijos putativos de Javier Milei?

La dirección del New Fake Times podría mandar un equipo a resolver uno de los grandes misterios de la vida: ¿por qué a pesar de su comportamiento bastante ñero que habría hecho sonrojar a Carmen Salinas durante su campaña, a Xóchitl Gálvez solo le aplicaron una multita de un millón de pesos, que tendrá que pagar con la venta de gelatinas?


  • Jairo Calixto Albarrán
  • jairo.calixto@milenio.com
  • Periodista producto de un extraño experimento cultural-social-educativo marxista, rockero, populachero, libresco y televisionudo / Escribe de lunes a viernes su columna "Política cero"
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