Mientras Donald Trump se regodea jugando con la mente de Trudeau como si fuera un gato con su bola de estambre (colocó una imagen de él con la bandera canadiense como haciendo un llamado a que la hoja de maple se anexe a Estados Unidos como le sugirió a Justin todo asustado) acompáñenme a ver esta triste historia: Congruente con su estado natural un tanto cuanto delirante, la señora Cascabel Hernández fue a la FIL de Guadalajara a decir lo usual, que la campaña de la presidenta Claudia Sheinbaum fue pagada por el cártel de Sinaloa, los Chapitos, El Mayo, los Corleone, la banda del carro rojo, El Negro Durazo, Caletri y El Mochaorejas. Una cosa bien padriuri porque se le volteaban los oclayos, mostraba la dentadura maciza y se le notaba a leguas su naturaleza bífida.
Algo que solo se puede comparar con los tuits de Luz Elena Chávez, mejor conocida por libros sin información, datos ni fuentes que sustenten sus acusaciones contra AMLO y que ahora le ha dado por mantener esa narrativa furris alegando que la familia del dictador López está casi que coludida con Darth Vader y sus secuaces, el Pingüino y el Guasón, con una pequeña ayuda de Venom y los Soprano. Pero lo mejor lo escribió Raymundo Rivapayacho al hablar de un compló contra la presidenta Claudia Sheinbaum (claro, de una manera que casi ni se ve misógina se refiere a ella valientemente como “el presidente”) encabezado por los hijos de López Obrador, dolidos por la Operación Enjambre de Harfuch. En la mañanera del pueblo, Claudia le pidió al autor de tamaña fumada mafufada que mejor se dedique a la ciencia ficción. La verdad, lo suyo de Rivapagliacci es la chencha pechón, sus fuentes lo van a llevar más bien a Fuenteovejuna.
Todo esto entra en la lógica de Alazraki y los sacos de pus de Alazraki que le exigen a la Presidenta que dé un manotazo en la mesa y que se deslinde de AMLO. Se ve que siguen sin entender que es el segundo piso de la Cuarta Transformación. Por eso pueden plantear estas ridiculeces que solo palidecen frente a Ricky Anaya alegando que si fuera diputado votaría por los programas sociales (no se rían), o mi Tatankita Córdova asegurando que el debate con Trump es una bravata; pobrecito, como él se entregó al PRIAN cree que todos son de su condición. Por la dispepsia cuata que debe estar pasando Trudeau, la defensa de la soberanía era el camino correcto en lugar de practicar el entreguismo de la Loca Academia de Miramones kinkytellescos.